Un Beso Que Le Atrapó A Mi Señor Perfecto Novela Completa -
Capítulo 2117
Capítulo 2117
“¡No hay nadie más ingrata que ella! De pequeña, Ine la llevaba siempre a jugar, y ahora que ha crecido, nos dio la espalda y apuñala a su propia familia!”
Alonso, que no había querido meterse en los asuntos de Maira como antes, se levantó en cuanto oyó que se trataba de Ineta, y se apresuro a cambiarse de ropa para ir a rescatar a su preciosa hija.
Cecilia lo seguia en silencio, sin atreverse a decir una palabra.
¿Por qué esa Maira tenia que ser tan problemática? ¿Por qué siempre tenía que meterse en lios?
Cecilia fruncia el ceño, con un gesto de disgusto en su rostro. Ya tenía suficientes preocupaciones en esa casa, ¿por qué Maira siempre tenia que complicar las cosas una y otra vez?
Cuando Maira abrió los ojos, ya estaban cerca de la comisaria.
“¿Despierta? También tenemos que ir a dar nuestra declaración.” Leonardo le explicó con tono sereno, apartando con su mano el cabello que le caia sobre la frente hacia atrás.
“Está bien…” Maira desvió la mirada, asintiendo con la cabeza, sabiendo que debía cooperar con la investigación de la policia.
Habia dormido tan profundamente que le quedaron marcas en las mejillas.
Aunque el sueño no fue largo, le ayudó a recuperar gran parte de su energia.
Especialmente porque Leonardo estaba a su lado, y no había tenido ninguna pesadilla atemorizante.
“Si, dormi muy bien.” dijo Maira en voz baja.
Siempre lucia tan dócil y tierna cuando recién despertaba que Leonardo no pudo resistirse a pellizcarle la mejilla.
*Recuerda que en todo esto eres completamente una victima. No intentes buscar errores en ti misma. Cuando entremos, solo di la verdad, entiendes?”
Mirando a Leonardo, Maira asintió inconscientemente.
Sabia que, si Ineta no hubiera tenido malas intenciones, no tendria que haber pasado por toda esa mala experiencia, y mucho menos haber estado tan cerca de una situación irreparable.
No iba a ser más indulgente con su hermanastra.
“Vamos, te acompaño.”
Leonardo extendió su mano hacia Maira,
En un momento de ensueño, ella sintió que él era como una deidad iluminada, disipando todas las sombras frente a ella y guiándola hacia adelante.
Maira colocó su mano suavemente sobre la de él, y él rápidamente cerró su mano alrededor de la suya, sujetándola firmemente.
Durante toda la declaración, Leonardo estuvo a su lado.
Al escuchar lo que Maira habia pasado, no pudo evitar fruncir el ceño con preocupación.
Después de la declaración, Leonardo se preparó para llevar a Maira a casa para que descansara adecuadamente.
Pero justo cuando estaban a punto de salir de la comisaria, escucharon varias voces y alboroto en la entrada. Leonardo arrugó el ceño y llamó a Zeus: “¿Qué está pasando en la entrada?”
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