Un Beso Que Le Atrapó A Mi Señor Perfecto Novela Completa
Capítulo 2116

Capitulo 2116

Ineta no podia evitar sentirse visiblemente molesta al recordar la situación, “Esta pandilla no tiene ni un ápice de honor, se venden al mejor postor. Ahora mira, no van a recibir ni un centavo! Se lo merecen, eso les pasa por desleales.”

Ineta no tenia ni idea de que estaba a punto de ser arrestada como una delincuente, pero aun así despreciaba a esos pandilleros sin vergüenza alguna,

*Explicate bien, ¿a qué te refieres con cambiar de bando?“, preguntó el oficial

Como si fuera la mayor broma del mundo, Ineta contó cómo los pandilleros habian sido engañados por Maira. “Yo les dije que esa mujer no tenia dinero, solo sabe estafar, ¡pero no me hicieron caso

A través de sus palabras, los oficiales pudieron notar la malicia en su interior.

Para ella, mientras Maira estuviera mal, Ineta se sentia mejor. ¡Qué egoismo tan dañino!

“Ustedes no conocen la verdadera cara de Maira, siempre haciendo la inocente y la victima, pero es más baja que cualquiera por detrás! Incluso ese hombre cayó en su trampa!”

Al mencionar a ese hombre, el rostro de Ineta se sonrojó, mostrando una mezcla de anhelo y locura.

El oficial pregunto con curiosidad: “¿De qué hombre estás hablando?”

“Ese….” penso en la imagen de Leonardo llevándose a Maira en sus brazos, y su cara se ensombreció de repente, tonto que cayó en las garras de Maira y vino corriendo a salvarla!”

Los oficiales que tomaban su declaración intercambiaron miradas con una pizca de incredulidad. ¿Esta mujer estaba realmente atrapada en sus propias fantasias? Estaba claro que Ineta estaba celosa de Maira y hasta habla contratado a varias personas para hacerle daño, ¡y aun así hablaba con tanta convicción!

“Srta. Ineta, por favor absténgase de hablar sobre sus fantasias. Todos aqui somos adultos y tenemos criterio, especialmente el Sr. Leonardo. Él conoce a Maira mucho mejor que usted.”

Lejos de creerle, el oficial la miraba como si estuviera loca.

Ineta, furiosa, golpeó la mesa con intención de levantarse, pero olvidó que tenía las manos esposadas y no podia

moverse.

“¡Lo que digo es la verdad! Ustedes son unos tontos, si no me escuchan, se van a arrepentir, justo como esos tres vagos! ¡Todos han sido engañados por las falsas apariencias de Maira!”

Los oficiales estaban acostumbrados a tratar con personas obstinadas y deshonestas como Ineta, simplemente continuaron documentando su declaración.

“Esos tres pandilleros fueron atrapados por su avaricia. Cometieron un crimen y por eso los arrestamos, y tú, has sido detenida por intento de homicidio, Srta. Ineta. En cierto modo, no estás en posición de mirar por encima del hombro a esos pandilleros.”

“¿Qué?” Ineta finalmente se dio cuenta de la gravedad de su situación y se puso nerviosa. Sus manos se entrelazaron bajo la mesa: “¿Qué pruebas tienen en mi contra para arrestarme? ¿Por qué dicen que contrate a gente para que la mataran? ¡Voy a llamar a mi abogado!”

Ineta hizo una llamada a Cecilia, su tono sonaba un poco helado: “Estoy en la comisaria por culpa de Maira, traeme un abogado ya.”

Al escuchar que Ineta estaba en la comisaría, Cecilia se sobresaltó en el sofá, asustando a Alonso, que estaba sentado a su lado.

Alonso frunció el cero“¿Quién llama y perd

tanto pánico?”

Cecilia, temiendo haber escuchado mal, preguntó con urgencia, “¿Dónde estás? ¿Cómo es que estás en una comisaria? ¿Qué ha pasado?”

Alonso también dejo de leer su periódico, intrigado por quién podria estar en la comisaria.

“¿Quién más va a ser tan rencoroso conmigo sino tu querida hija Maira? Traigan a un abogado rápido, o de verdad me

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van a encerrar!”

Cecilia asintió freneticamente y colgó el teléfono, su rostro reflejaba su pánico.

“¿Qué está pasando? ¿Quien está en la comisaria? ¿Será que Maira ha causado problemas de nuevo? Siempre he dicho que es una calamidad: se empeño en mudarse sola y ahora mira, jha terminado en la comisaría…! Ya estoy vieja para estas cosas, me da vergüenza tener que ir a la comisaria a buscarla.”

Cecilia agito la cabeza, interrumpiendo la conversación con una expresión de incredulidad: “No es Maira, es Ineta. Ineta dice que fue Maira la que la metio en este lio con la policia, y ahora está esperando que llevemos a un abogado para sacarla de alli.”

Alonso se pasó la mano por la cabeza, mientras incrementaba su preocupación debido a esta situación: “¿Qué? ¡ine! ¿Pero qué diablos hizo Maira para terminar involucrando a mi hermana con la policia? ¿En qué embrollo se ha metido ahora?”