Un Beso Que Le Atrapó A Mi Señor Perfecto Novela Completa
Capítulo 1968

Capítulo 1968

Al enterarse de que había sido aceptada, estaba sorprendida y halagada, pero no esperaba que Luben le ofreciera un puesto tan importante. Incluso ella dudaba de sus propias habilidades, ya que había estado atrapada en la familia Jurado por tanto tiempo que algunas de sus habilidades profesionales se habían

oxidado…

“Porque soy tu compañero desde la secundaria, te conozco bien, entiendo tu personalidad y tus capacidades. Confío en ti para este puesto porque creo que lo harás bien”, decía Luben con una mirada llena de afirmación, como si no estuviera simplemente halagándola, sino que realmente confiara en Maira.

Frente a esa mirada de aprecio, Maira no podía evitar sentirse nerviosa…

Cuando se veía confrontada con la confianza que otros depositaban en ella, Maira comenzaba a sentirse insegura: “Luben, gracias por tu confianza. Si estás dispuesto a contratarme, estaré feliz con el trabajo más sencillo. Nunca he trabajado antes, hay muchas cosas que desconozco, temo defraudarte. Si de repente me convierto en la directora de publicidad, podría arruinar los negocios de la sucursal.”

“Lucha con firmeza cuando te difamen y te maltraten”, Luben ya había investigado todo lo sucedido ese día y había aprendido muchos detalles de los empleados.

Ahora tenía claro que Ineta había provocado primero a Maira, y que esa mujer no era fácil de lidiar.

Maira siempre había sido de naturaleza sumisa, así que si se había enojado tanto, ¡seguro que Ineta había ido demasiado lejos!

Conmovida, Maira preguntó, “Luben, ¿realmente piensas que hice lo correcto?”

. Luben sonrió y asintió con convicción: “Por supuesto, si Ineta te difama, tienes todo el derecho a defender tu

reputación.”

En el corazón de Maira se encendió un cálido sentimiento. Luben seguía siendo tan comprensivo como siempre.

Desde siempre, Cecilia le había inculcado que debía ceder ante Ineta, que no importaba lo que hiciera Ineta, ella no debía resistirse.

Habiendo sido criada así por su madre, esa también era la razón por la que había aguantado todo este tiempo. Pensando en esa madre parcial, Maira bajó la cabeza y mostró una sonrisa amarga: “Gracias por entenderme, Luben, pero seguramente habrá quienes piensen que no hice bien.”

“No necesitas preocuparte por lo que piensen los demás”, Luben se reclinó en su silla, mirándola con una mezcla de cariño, “¿Qué dices? ¿Has pensado en unirte a nuestra sucursal?”

Luben realmente quería contratarla, pero Maira todavía dudaba…

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El puesto de directora de publicidad era probablemente la mejor oferta que podría conseguir en ese momento, pero tenía sus propias preocupaciones: la primera era si realmente tenía las habilidades para el puesto, y la segunda era que no había olvidado la advertencia que Leonardo le había dado aquel día. Ese hombre no la dejaba acercarse demasiado a otros hombres, y no podía simplemente olvidarlo y correr a trabajar en la empresa dé Luben, ¿verdad?

Si aceptaba la propuesta de Luben, iba a ser muy difícil explicárselo a Leonardo…

Pero si la rechazaba, tampoco podría soportar perder una oportunidad que había conseguido con tanto esfuerzo.