Un Beso Que Le Atrapó A Mi Señor Perfecto Novela Completa
Capítulo 1967

Capítulo 1967

En la oficina del presidente de la compañía no estaba otro sino Luben.

Él estaba sentado con una naturalidad que deslumbraba, sosteniendo una carpeta con una despreocupación que rayaba en el desinterés, echando una mirada ocasional hacia ella: “¿Qué pasa, te sorprende tanto que sea yo?”

“Ohm… No es eso, solo me sorprende un poco, no esperaba que tú, Luben fueras el presidente del Grupo Pantoja…” Maira soltó una risita incómoda.

Aunque conocía el nombre del Grupo Pantoja, nunca se había imaginado que detrás de esa famosa empresa estuviera Luben.

Parece que siempre había subestimado la influencia de la familia de Luben…

“Toma asiento, somos viejos amigos de la escuela, no hay razón para estar nerviosa.” Luben levantó la mano con elegancia, señalando la silla frente a él, y luego volvió a concentrarse en los papeles que tenía en sus

manos.

Maira asintió y se sentó, “Luben, ¿para qué querías verme?”

“Hoy viniste a nuestra empresa a aplicar para un puesto, ¿no es cierto? ¿Qué tal si te entrevisto yo directamente?” Luben hablaba con una sonrisa, terminando de hojear los documentos antes de apartarlos y mirarla con calidez.

Maira echó un vistazo a la carpeta que Luben había dejado a un lado. Como no estaba cerrada, pudo ver claramente su contenido…

Era su currículum. ¡Así que desde el principio Luben había estado revisándolo!

Esto… ¡Realmente era un poco embarazoso!

Por alguna razón, Maira se sintió de pronto avergonzada, recordando que había exagerado un poco en su currículum para hacerlo más impresionante.

No le importaba que un entrevistador desconocido lo leyera, ya que todos exageran un poco en sus currículums, pero que Luben lo viera la hacía sentir extremadamente incómoda, con ganas de encontrar un hueco donde esconderse.

“Maira, tu formación académica es buena, y si tuvieras algo de experiencia laboral, estoy seguro de que muchas empresas te estarían buscando.”

Luben expresó en tono de lástíma por el potencial desaprovechado de Maira.

Ella había sido una estudiante sobresaliente y había asistido a una universidad prestigiosa, lo que ciertamente era una ventaja. Lo desafortunado era que nunca había trabajado tras graduarse, y ese hueco en su currículum era un punto débil significativo que afectaba a su búsqueda de empleo.

“Sí, sé que la falta de experiencia es mi punto débil. ¡Ay! Si ninguna empresa me da la oportunidad para mi primer empleo, nunca tendré experiencia laboral.” Maira también se sentía desamparada y compartió su frustración con franqueza.

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El mercado laboral era así, las empresas buscaban jóvenes con experiencia, pero esas dos cosas solían ser contradictorias.

Luben asintió en acuerdo. Efectivamente, pocas empresas estaban dispuestas a arriesgarse por alguien sin experiencia.

Pero eso no significaba que él no quisiera hacerlo.

“Para alguien tan capaz como tú, tener o no experiencia laboral no hace la diferencia en la capacidad de realizar un trabajo de manera impecable. Maira, en este momento nuestra sucursal del Grupo Pantoja

necesita urgentemente talentos como tú.” Dicho esto, Luben le pasó otra carpeta, “Este es el folleto de nuestra

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sucursal, échale un vistazo y ve si te interesa unirte.”

Maira tomó la carpeta, sintiéndose halagada y algo sorprendida. ¿Quería decir Luben que la sucursal del Grupo Pantoja estaba dispuesta a contratarla?

Con una sonrisa amable, Luben continuó: “Maira, si estás interesada, me gustaría ofrecerte el puesto de Directora de Publicidad de nuestra sucursal. Confío en tu capacidad y tu equipo será joven; creo que podrán comunicarse bien y trabajar juntos eficientemente.”

Maira no podía creer lo que escuchaba y, con los ojos abiertos de asombro, lo miró fijamente: “¿Quieres que yo sea la directora de publicidad? Pero, pero… no tengo ninguna experiencia, ¿cómo puedes confiar en darme un puesto así?”

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