¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 842

Capitulo 842

Ella se mordia el dedo mientras las lagrimas fluian silenciosamente de su rostro.

“Despertaste” En la oscuridad, la voz grave de Asier sond, con un toque de melancolia.

Elia temblo ligeramente, cerré los ojos y traté de contener las lagrimas, pero la sensacion aspera en su garganta no se podifa controlar.

Su voz temblaba cuando pregunté a Asier. ;Por qué se arrojé del edificio?”

Hubo un silencio prolongado, y el aire estaba lleno de un escalofrio silencioso

Justo cuando Elia pensaba que no recibiria una respuesta, la voz de Asier soné “Nadie lo esperaba, él salt6 de repente...”

Nadie esperaba que él hiciera eso, por lo que nadie estaba preparado, nadie pudo detenerlo.

;El salt por si mismo?

;Por qué?g2

El corazon de Elia dio un vuelco, su cuerpo se encogié atin mas.

Asier se sent6 al lado de la cama y la miré. Ella estaba de espaldas a él y su cuerpo estaba encogido en una bola, sin responderle. Pero a la luz de La luna, vio el brillo de las lagrimas en sus ojos. Claramente estaba sufriendo, él lo sabia, porque ella nunca habia olvidado a Sergio, su muerte le causé una gran tristeza.

El rostro apuesto de Asier estaba tenso y no decfa nada.

En el silencio general, después de un largo rato, Elia tragé saliva y pregunté con preocupacion: "¢Como esta él ahora?”

La voz melancélica de Asier respondio a su pregunta. “Esta en la morgue del hospital, recibiendo la preparacion del cuerpo.”

El corazon de Elia se apret6 una vez mas, casi mordiéndose la piel del dedo.

“Despierta y come algo, has estado durmiendo durante seis horas.” Dijo Asier, encendiendo la luz. La luz blanca y brillante iluminé instantdneamente todo el espacio, Elia cerré los ojos por el deslumbramiento y antes de que pudiera adaptarse a la luz, Asier extendi6 su brazo alrededor de su cintura y la levanto de la cama.

El cuerpo de Elia estaba completamente débil, tan débil que parecia no tener ni un pice de fuerza, Asier la levantd y la ayud6 a sentarse en la

cabecera de la cama.

Ya habia una bandeja en la mesita de noche, en la bandeja habfa una taza de chocolate caliente y algunas arepas, eran unos alimentos sencillos. Asier, con sus largos dedos, aparté el cabello desordenado de su frente y revel6 su rostro pélido y sus labios sin color.

Asier la miro profundamente, levanté la taza de chocolate caliente, tomé una cucharada y la llevé a su boca.

Elia aparto la cabeza, no queria comer.

No tenia apetito y tampoco podia comer. Todo su sistema nervioso y sus papilas gustativas estaban sumergidos en una tristeza profunda

La cucharada de Asier se detuvo en el aire, su rostro también se oscurecié y dijo: “Cémetelo!”

El corazén de Elia seguia adolorido, desvié la vista y sin fuerzas, dijo: “No quiero comer.”

Asier le recordd “No estas sola, tienes cuatro hijos, ;estas segura de que quieres ser caprichosa?” Un destello de lagrimas brillo en los ojos abatidos de Elia.

Apoyo las manos en la cama y se sent6 un poco mas recta, luego se volvié hacia Asier y dijo: “Los nifos ya se acostaron?”

Era madre de cuatro hijos, los cuatro nifios la necesitaban, si ella se derrumbaba, los nifios estarian tristes, seran miserables.

Habfa hecho todo lo que habia hecho hasta ese momento para poder estar con sus hijos Escuchando que preguntaba por los nifios, el rostro sombrio de Asier se suavizé ligeramente.

Por suerte, todavia se preocupaba por los nifios

“Ya se acostaron, estaban haciendo un alboroto para verte, pero los envié a la cama” Dijo Asier