¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 829

Capitulo 829

El no la desenmascaré, indicé hacia el frente y dijo: “Vamos, ahora es la hora de abrir la biblioteca.” Elia pensé un poco, ya que estaba alli, podria visitar la biblioteca. Habian pasado muchos afios desde su dltima visita a su alma mater.

Anteriormente, la biblioteca era de hecho su lugar favorito, no sabia si habia cambiado

ahora.

Asi que, Sergio y Elia se dirigieron a la biblioteca, uno delante del otro.

Al llegar a la entrada, fueron detenidos por el guardia de seguridad: “Ustedes no son estudiantes de esta escuela, jverdad? La escuela tiene una regla, solo los estudiantes de la escuela pueden entrar a la biblioteca.”

Elia mir6 a Sergio con decepcidn, estaba a punto de decir, mira, ya somos ciudadanos comunes, no es apropiado que entremos a la biblioteca de la escuela.

Antes de que pudiera hablar, Sergio le dijo al guardia de seguridad: “;Quién dijo que no somos estudiantes de esta escuela? Todavia estamos estudiando para nuestro posgrado.”

El guardia de seguridad los miré incrédulo, no importaba cémo los mirara, no parecian ser estudiantes. Aunque se vefan muy jovenes, su vestimenta era demasiado madura

;Coémo podrian ser estudiantes si llevaban trajes formales?g2

Era normal que un hombre usara zapatos de cuero, pero ya no lo era tanto si una mujer llevaba un traje de negocios.

Elia se sinti6 un poco avergonzada al ser examinada por el guardia de seguridad y estaba a punto de irse cuando Sergio la agarr6 de la mano.

La célida palma de su mano tocé la piel de Elia. Ella se qued6 aténita por un momento, pero antes de que pudiera retraer su mano, Sergio ya la habia soltado.

Sacé dos pequenos carnets azules de su bolsillo, los mostré al guardia de seguridad: “Mira, estos son nuestros carnets de estudiante, ;podrian ser falsos?”

El guardia de seguridad miré los carnets de estudiante, eran genuinos, asi que los dejo

entrar.

Elia estaba curiosa, pero no plante6 la pregunta en ese momento. No fue hasta que llegaron a la biblioteca que Elia le pregunté a Sergio en voz baja: “;De donde sacaste estos carnets de estudiante? ;Son falsos?”

“;Quién dijo que son falsos? Estos sellos son de la escuela, ;cuél de ellos no es auténtico?” Sergio levanto el carnet de estudiante frente a Elia, apuntando al sello en la

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foto y al sello de la escuela debajo del carnet de estudiante.

Elia mir6, examin cuidadosamente, y vio que eran auténticos.

Estaba atin més perpleja y curiosa: “Si son auténticos, ;como lo lograste?”

Sergio la miré con una expresién de inocencia y curiosidad, sus ojos brillantes, tocando su corazén. El amor profundo en su corazén se agit6 atin mas.

Ella seguia siendo tan inocente, amable y linda como antes.

Era una lastima que él la haya dejado ir.

Tendrfa que pasar el resto de su vida arrepintiéndose del esttpido error que cometié aquel verano. *;Recuerdas a uno de nuestros antiguos compafieros de clase? El era mi compafiero de cuarto, tenemos una buena relacion, ahora es un lider importante en la escuela, ;no es facil para él hacer dos carnets de estudiante?” Sergio explicé con una sonrisa.

“Esto es usar el poder para beneficio personal, ;como lo convenciste?” Pregunté Elia sorprendida. "Fue facil, le dije la verdad, antes de que pudiera pedirle ayuda, cuando escuché que te traerfa, inmediatamente se comprometio a hacerlo.” Sergio lo dijo, mirando a Elia, sus ojos color &mbar brillaban con luz solar.

Solo cuando estaba frente a Elia era cuando era mas feliz.

Elia estaba al principio muy curiosa, pero al escuchar sus palabras, la luz en sus ojos se oscureci6 un poco. Ese chico habia ayudado a Sergio a cortejarla muchas veces antes, siempre estuvo a favor de ellos estuvieran juntos.

Pero, el tiempo no vuelve, ella no queria darle a Sergio ninguna esperanza.

“Resulta que tu decision de traerme a la Universidad de la Capital no fue un capricho, sino algo premeditado.” De lo contrario, no habrfas preparado los carnets de estudiante con anticipacion. “No te hubieras molestado, en serio, ya no me gusta este tipo de lugares como la biblioteca. No tengo ningln deseo especial por la biblioteca de la escuela, no soy una graduada de la Universidad de la Capital. Me fui de aqui con la cara y la ropa sucias lo que mas importa en mi mundo ahora son mis cuatro hijos, ellos son mis tesoros.” Elia dijo con una sonrisa ligera y cortés en su rostro.

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