¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 761

Capitulo 761

Jimena no lo esperaba.

jCaray!

El hombre se atrevié a tocarla, buscando su perdicion!

Reaccioné rapidamente, retrocediendo y prepardndose para patearlo.

Pero antes de que pudiera levantar su pie, la mano regordeta del hombre fue agarrada por una mano delgada y fuerte que aparecié de repente. “Sefior, estas borracho y hay cdmaras por todas partes. Si haces algo, la policia lo vera todo. jRealmente quieres mandarte a la carcel?” Una voz despreocupada y relajada sond.

Jimena miré al hombre. Llevaba una camisa blanca y pantalones negros, tenfa un cuerpo esbelto y un rostro atractivo. Sus ojos eran hermosos y seductores.e2

iEra Orson Salcedo!

Sus palabras, aunque casuales, llevaban un tono opresivo.

Cuando Elia vio a alguien intervenir, deteniendo la mano inquieta del jefe, detuvo su pie que ya habia comenzado a moverse.

El gerente estaba a punto de enfurecerse, pero cuando vio que era el joven heredero del Grupo Salcedo, Orson, su cara cambi6.

Se quedo alli, asintiendo y sonriendo. Después de un ratito, dijo: “Sf, si, si, el joven Salcedo tiene razon. Estoy borracho, no sé lo que estoy haciendo. Casi cometo un error, Jimena, lo siento, no te lastimé?”

El jefe se disculpé con Jimena con una actitud humilde.

“No pasa nada. Deberfas cumplir tu promesa. Dijiste que, si te emborrachaba, firmarfas el contrato.” Dijo Jimena, frunciendo el cefio.

El jefe acababa de admitir que estaba borracho y no podia negar su promesa.

Ademas, con Orson alli, ejerciendo una presién silenciosa.

El jefe sonri6 y dijo: “Firmaré el contrato de inmediato.”

Orson solté su mano.

El jefe tom el contrato y firmé en la Ultima pagina.

“Sefior Orson, deberiamos comer juntos alguna vez.” El gerente le dijo a Orson con una sonrisa aduladora

Orson limpid sus manos con una toalla himeda a un ritmo tranquilo, luego tir6 la toalla a la basura y dijo: “Mejor vuelve y reza.”

Dicho eso, pas junto al gerente y se dirigié a Jimena, tomandola de la mano y diciéndole al jefe de Jimena: Tengo asuntos privados que tratar con ella ;Esté bien si me la llevo ahora?”

El jefe de Jimena asintié rapidamente. Cuando Orson apareci6, estaba intimidado por su estatus y no se atrevia a hacer un ruido.

;Coémo se atreverfa a no dejar ir a Jimena si Orson se la estaba pidiendo?

Orson fruncio el cefio, y se llevé a Jimena.

Al ver eso, Elia finalmente suspiré aliviada. Mir6 a Vicente y dijo: “Sr. Fuentes, ya comi, tengo que volver a cuidar a mi mama. Me voy.” “Bien.” Dijo Vicente Fuentes.

No pasé mucho tiempo después de que Elia se fuera, cuando Salil dijo: “Lo siento, Sr. Fuentes, mi mama me llamo y me pidié que volviera a casa. Algo pasé.”

Después de recibir permiso, Saul también se fue.

Elia estaba esperando un coche en la calle cuando un auto negro se detuvo a su lado. La ventana del coche se bajo, revelando la cara joven de Sal y dijo: “Elia, déjame llevarte a casa.”