¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 760

Capitulo 760

El rostro encantador de Jimena se iluminé con una sonrisa mientras miraba a Elia.

Elia se sorprendi6 y dijo: “Jimena, ;también estas aqui?”

"Si, estoy en aquella mesa.” Jimena sefialé a una mesa diagonal a Elia, donde varios hombres estaban sentados. Uno de ellos, un hombre corpulento con un rostro brillante y sonriente, le lanzd una sonrisa a Elia.

La vision hizo que Elia se estremeciera, desviando rapidamente la mirada.

“;Por qué solo hay hombres?” pregunt¢ Elia preocupada.

Jimena se incliné y murmuro al oido de Elia: “Estoy aqui para acompanar a mi jefe, hoy tenemos un cliente importante. Si logro cerrar el trato, podria recibir un bono de fin de afio de miles de dolares.”

Elia entendio que Jimena estaba alli por trabajo.e2

“Estamos aqui para una cena de la empresa“, explicé Elia, mirando a sus colegas y luego a Jimena. Bien, contintien comiendo. Debo regresar a mi mesa®, dijo Jimena, saludando a todos con un gesto con la cabeza antes de regresar a su mesa.

“;Esa es tu amiga, Elia?"/ pregunt6 Diana.

"Si, es una coincidencia encontrarla aqui, respondié Elia de forma educada. Mientras hablaba con Diana, not6 que Salil la miraba intensamente, haciéndola sentir incomoda. Decidié comer algo rapido y buscar una excusa para irse.

En la mesa de enfrente, el hombre corpulento levanté su copa y se acercé a Jimena. Se incliné hacia ella, la mirada fija en su pecho, y con una sonrisa desagradable dijo. “He oido que Jimena no solo es excelente disefando joyas, sino que también sabe beber. ;Qué te parece si apostamos a ver quién se emborracha primero? Si me ganas, cerramos el trato aqui mismo.”

Jimena se sintié asqueada por su aliento y se movi instintivamente para alejarse de él. Sonrié forzadamente y dijo: “Gerente, no soy buena bebiendo. Nuestro trato es por los disefios, no por beber.”

El jefe de Jimena traté de convencerla. “Jimena, el gerente est4 de buen humor y quiere compartir unos tragos contigo. Deberfas darle esa satisfaccion. Sé que puedes manejarlo®, intervino su jefe, con tono autoritario.

"Pero...

"El gerente es un hombre directo, no solo juzga por el disefio, sino también por como te comportas al beber. Piensa en lo orgullosa que estarias si tus disefios se vendieran en todas las tiendas. Tendrfas una obra representativa y un buen ingreso.”

De cualquier manera, necesitaban que el gerente firmara el contrato. Eso era lo mas importante. Jimena trag su disgusto, pensando en sus disefios y su bono.

Con ese dinero, podria llevar a Elia de viaje.

iLo soportaria!

Jimena levanté su copa y sonri6 al gerente: “Entonces, si logro emborracharte, firmaras el contrato aqui mismo.”

“Por supuesto, siempre cumplo mi palabra”, el gerente la mir6 con deseo, y no pudo ocultarlo.

El vestido que Jimena llevaba ese dfa tenfa un escote en forma de V. No mostraba nada en particular, pero eso no impedia que él mirara. Jimena sinti6 un escalofrio, pero se mantuvo firme. Elia observaba a Jimena beber con ese hombre desagradable y se preocupé por ella. No se fue temprano, sino que mantuvo su atencién en la mesa de enfrente. Si ese hombre se atrevia a hacer algo, estarfa lista para proteger a Jimena.

Mientras el gerente llegaba a la mitad de su trago de tequila, ya comenzaba a perder su claridad mental. Sus ojos, cada vez mas sedientos, se posaban sin descaro sobre Jimena, incluso 0sé hacer un movimiento atrevido y dijo: “Mi sefiorita“, dijo con voz embriagada, “seamos honestos, si pasas una noche conmigo, no hablariamos sélo de negocios. Podria darte cualquier cosa que desearas, mi pequefia joya...”

Su mano que estaba sudando se dirigfa con descaro hacia el pecho de Jimena.

Al ver esa situacion, Elia abrié los ojos con asombro y se levanté rapidamente de su