Capitulo 1677

El genio habitualmente sereno de Jimena se incendié de ira en un instante, un fuego se encendié en su pecho con rapidez.

Ella nunca fue de las que se contienen, y con pasos decididos, Jimena se acercé a Priscila y Marisa, con una furia temible brillando en sus ojos, y les espetd: “i;Quién dejé escapar a dos perros rabiosos tan tarde en la noche para morder a la gente aqui?! jLos perros rabiosos deberian ser enviados al matadero, no merecen respirar este aire fresco!”

"iTd...!" Priscila se enfureci6 por las palabras de Jimena y estaba lista para enfrentarla, pero Marisa agarré la mano que Priscila habia levantado para sefialar a Jimena.

Habfan venido esta vez para convencer a Orson de que volviera a casa, para decirle que Priscila habfa cambiado su actitud de nifia mimada, que no serfa como antes.

Aun no habfan comenzado y si Priscila se peleaba con Jimena, jno seria eso alin mas razon para que Orson la detestara?

Lo més importante era la estrategia general, ademas, tenfan que enfrentarse al enemigo.

“No sirve de nada que pelees con nosotros, tomaste mis dos millones, prometiste no acosar més a Orson, pero ahora estas aqui en su casa, ;no es eso ir en contra de tu palabra? Si tienes un minimo de principios para vivir, jlargate de aqui ya!” Marisa le dijo a Jimena con autoridad.

De manera instintiva, Jimena ech6 una mirada hacia Orson, Marisa y Priscila la estaban acosando, ;y él solo se quedaba alli parado sin ayudarla?

Pero lo que vio fue a Orson con la mandibula tensa, apretando los dientes con gran esfuerzo, su expresion era de enojo pero contenfa su ira.g2

No tenfa ninguna intencién de ayudarla.

Con el corazén roto, Jimena se gird hacia Marisa y dijo: “Qué principios tengo para vivir no es algo que tu puedas definir. Si me voy o no es mi decision, asi que cuida tu boca.”

Después de fulminar a Marisa con la mirada, Jimena se alejo rapidamente, sin volver a mirar a nadie en la casa.

Habfa venido ese dia para contarle a Orson sobre sus dos hijos y discutir con él su futuro. Pero Orson habia escogido posicionarse del lado de Priscila, sin mediar en el conflicto entre ella y Marisa, una actitud que la dejo profundamente decepcionada.

Menos mal que no habia revelado que los nifios eran suyos, de lo contrario, se habria colocado en una situacion sin retorno.

18.58

Jimena se fue enojada y desilusionada a su casa.

Priscila miré a Marisa con admiracion; después de todo, era ella la que habia logrado expulsar a Jimena con solo unas pocas palabras. De lo contrario, Priscila habria peleado con Jimena y hacer que Orson fuera testigo de su vergiienza,

Marisa le dic unas palmaditas en la mano a Priscila para calmarla y con un tono amable pero serio, le dijo a Orson: “Orson, estés viviendo solo, sin nadie que te cuide. ;Dénde comes todos los dias? Mira lo delgado que estas, seria mejor que volvieras a casa, Mama se equivocé antes, no deberia haber peleado contigo Perdoname y vuelve a casa, por favor.”

Orson, con sus ojos llenos de pasion, miré fijamente a Marisa con un brillo rojizo: “Esa manana, hace tres afos, jfue idea tuya darle los dos millones a Jimena?”

De la discusion entre Marisa y Jimena, Orson habia obtenido informacion crucial.

Hace tres afios, Marisa les habfa dicho que Jimena habia pedido dos millones a primera hora de la mafana a cambio de cortar toda relacion con Orson.

Pero ahora, su argumento y lo que Marisa habia dicho hace tres afios no coincidian.

La Unica posibilidad era que Marisa le estaba mintiendo.

Al sentir la mirada penetrante de Orson, Marisa de repente se dio cuenta de lo que habia

dicho.

Habfa pasado demasiado tiempo, y habfa olvidado cémo le habia explicado a Orson y a los abuelos Salcedo sobre el asunto de los dos millones que Jimena habia pedido.

En su disputa con Jimena, parecia haber revelado algo...

Marisa miraba alrededor con una mirada nerviosa, tartamudeando al hablar: “;Cémo podria ser yo quien haya tomado la iniciativa? Fue Jimena quien me pidi6 el dinero, y yo me preguntaba, si ya te ibas a casar con ella, ;para qué queria mi dinero? Luego ella dijo que no estaba contigo por amor, sino por tu fortuna, y eso me enfurecio, asi que le di dos

millones...”

Orson dio un paso adelante, acortando la distancia con Marisa, y con un fuerte impulso dijo: “¢Cuando dirés la verdad?”

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