¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1676

Capitulo 1676

Orson no respondié al teléfono de inmediato. Con sus ojos astutos, le eché un vistazo a Jimena, quien lo miraba fijamente con sus grandes ojos, sin intencién de continuar la conversacién.

Orson se dio cuenta de que lo que ella queria hablarle era sobre sus dos hijos.

Una oleada de irritacion lo invadié al instante, no tenfa ganas de escuchar sobre ellos.

Ella habia tenido hijos con otro hombre y ahora queria habla hombre frente a él, jacaso no era una tortura para su corazén!

Su pasado con ese

Orson vio que la llamada era de Priscila. En un dia normal, seguramente habrfa colgado de inmediato, sin interés en escuchar nada de Priscila.

Pero ahora, para evitar que Jimena se jactara frente a él de sus conquistas con otros hombres, contest? la llamada.

"¢Qué quieres?”

"Orson, por favor abre la puerta, Marisa y yo estamos en la entrada de tu casa.”

En el teléfono, la voz de Priscila sonaba suave. Se notaba que estaba reprimiendo su actitud prepotente y fingiendo dulzura al hablar con Orson.g2

Orson fruncio el cefio, Priscila y Marisa estaban en su puerta, ;habian investigado sobre él? De lo contrario, ;como sabrian donde vivia?

Parecian sombras que no lo dejaban en paz.

No le daban ni un momento para descansar.

Orson tenfa la intencién de colgar el teléfono, pero al ver esos ojos redondos y

expectantes de Jimena, que lo miraban esperando, él se pregunté como Jimena tenia el descaro de hablarle de sus hijos con otro hombre.

iEra como si él no significara nada para ella!

Cuanto més lo pensaba, mas enojado se sentfa Orson, y para irritar a Jimena respondié: “Espera, ya voy.”

Dicho esto, se levanté y fue a abrir la puerta.

“Orson, ¢ya cenaste?” Priscila lo vio y su rostro se iluminé con una sonrisa feliz.

En el momento en que Marisa vio a Orson, su mirada cambio repentinamente a preocupacion y dijo con tristeza: “Orson, ;como has adelgazado tanto?”

Orson ignoro sus amables saludos y entré de nuevo.

Priscila, tomada del brazo de Marisa, entré con ella.

18:57

Priscila llevaba una sonrisa en su rostro, pero atver a Jimena sertada en 41,

sonrisa se congel6 de repente y una oleada de ira inundé su mente, a punto de perder e paciencia. Marisa le dio una palmada suave en la mano y con una mirada le indicé que no reaccionara impulsivamente.

Priscila apret6 los dientes, luchando para contener su enojo y mantener la calma.

Jimena se volvid, cuando vio a Priscila y Marisa, se levant6 rapidamente, ya que sabla que no eran mujeres féciles de tratar,

Justo cuando estaba a punto de decir algo para saludar, Marisa dijo sarcasticamente “En estos tiempos, dos millones son muy poco, no alcanzan para tres anos. La forma mas rapida de ganar dinero es enredarse con los hombres. ;C6mo se llamaban a esas mujeres en la antigliedad?” Priscila siguié con la provocacion: “En la antigliedad habia un lugar llamado burdel, no es cierto? Las mujeres que querian ganar dinero trabajaban alli, gandndolo a través de los hombres, ;no?”"

Esas palabras eran un insulto flagrante.