¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1283

Capitulo 1283

Ayer Asier les habia llamado para que les cambiaran las sdbanas y, vaya que se apuraron en llegar. ;Por qué hoy, cuando ella los llamaba, recibia una negativa?

“Ayer fue diferente”, respondio la recepcionista.

Elia insistio: “4Y por qué es diferente?”

“Porque ayer..." La recepcionista estaba a punto de decir algo més cuando de repente se detuvo y, suspirando, dijo: “Lo siento, no podemos estar cambiandole las sdbanas a cada rato, podrias esperar hasta mafiana.”

"Qué mal servicio, queremos cancelar nuestra estancia, no vamos a quedarnos aqui”, dijo Elia, claramente enojada por el trato diferencial de la recepcionista.

Parecia que la recepcionista tenia sus favoritos. Ayer, cuando Asier llamo, ella se desvivié en atenciones y el personal llegé répidamente a cambiar las sdbanas.

Hoy, cuando era ella quien llamaba, la actitud era desagradable.

"Si desean cancelar, pueden hacerlo, un sefior ya ha estado preguntando por la habitacién’, dijo la recepcionista.g2

Elia se quedo de piedra. jEstaban esperando que ellos cancelaran?

Ese sefior que queria la habitacion, ;era Asier?

Después de todo, él habia estado en esa habitacion el dia anterior y hoy habia sido invitado a salir por

ella.

;Asier estaba tratando de forzarla a cancelar para él poder tomar la habitacién y tener una excusa para echar a Rosalinda?

Al pensar en esto, el corazén de Elia se llend de una sensacién salina, tanto dolorosa como amarga. Ella querfa proteger a su madre y Asier parecia decidido a salar sus heridas, a deshacerse de su madre.

Y pensar que habia credo que Asier estaba ayudando a consolar a Rosalinda.

No habia considerado sus sentimientos, ni la situacién de su madre.

Solo queria dominarla, poseerla.

Elia contuvo la rabia en su pecho y dijo con furia al teléfono: “jVamos a cancelar ahora mismo!” Con eso, colgé con fuerza.

Su madre habia tenido un accidente y ella ya estaba asustada, queria tomar una siesta con su mama para recuperar energias.

Y ahora tenfa que lidiar con este disgusto.

Rosalinda escuch¢ la conversacién de Elia y dijo: “Déjalo, vamos a dormir un rato, no hay muchos hoteles por aqui'y no sé hasta cuando vamos a tener que buscar otro lugar.”

Elia sinti6 un nudo en la garganta y mirando a Rosalinda dijo: “Mam4, lo siento...”

"Qué tonterfas dices, entre madre e hija no hay nada que perdonar”, la regafi¢ Rosalinda, acariciando su cabeza.

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Elia realmente no podia soportar la situacion, ser tratadas de esa manera por un recepcionista y ain tener que quedarse.

Deberfa llevarse a su madre e irse a otro hotel.

Pero su madre tenia razon, no habia muchas opciones de hoteles cerca.

Cambiar de lugar significarfa arrastrar las maletas y los cuerpos cansados de un lado a otro en buscal de un nuevo hotel, hacer el check-in...

Eso les tomarfa al menos un par de horas

Era mejor descansar ahora y permitir que sus cuerpos y almas cansadas se recuperen.

Finalmente, Elia cedié: “Mam4, esa sdbana esta mojada, durmamos en esta cama.”

En la recepcion del hotel.

Ramiro se apoyaba en su bastén frente al mostrador. Tras colgar el teléfono, el empleado levanté la vista y le dijo: “Sr. Ramiro, se hizo como usted indicé.”

Ramiro le pasé una tarjeta: “Muy bien.”

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