Capítulo 2053

Elvira no pudo evitar que un suspiro de alivio se le escapara cuando Brenda le hizo la invitación, y con una sonrisa nerviosa contestó: “Ay. Señora Brenda, me siento muy honrada de que me invite a cenar. Pero, como soy más joven, me da pena que tenga que cocinar para mi. ¿Qué tal si le echo una mano en la cocina?”

Mientras hablaba, Elvira dejó su bolso a un lado con la intención de acompañar a Brenda a la cocina para ayudar con la cena.

Pero Brenda extendió la mano, moviéndola con calma para detener su acción: “No es necesario, mi hija, eres nuestra invitada, ¿cómo puedo permitirte venir a casa y trabajar? Además, en la familia Ibarra tenemos una tradición: no cualquiera puede entrar a nuestra

cocina.”

Tras una breve pausa y con una sonrisa solemne, añadió: “La cocina de la familia Ibarra es territorio exclusivo de la señora de la casa y de los sirvientes.”

El rostro de Elvira se volvió rigido al darse cuenta del verdadero motivo de la invitación.

¡Brenda estaba utilizando esta situación para recordarle su lugar!

“Bien, ¡sirvan mate a la Srta. Elvira! Ya es hora de que vaya a preparar la cena para los invitados.”

Dijo Brenda levantándose y luego se dirigió hacia la cocina.

Una de las sirvientas se acercó a Elvira y le dijo: “Srta. Elvira, por favor, tome asiento y disfrute de nuestro mate casero.

En ese momento, Elvira no podia ocultar su malestar. Tanto Brenda como los sirvientes de la familia Ibarra se encargaban de recordarle, con cada palabra, que ella solo era una invitada en esa casa.

Mordiéndose el labio en señal de frustración, siguió a la sirvienta y se sentó en la sala.

No importaba, aún tenia tiempo. Cuando lograra deshacerse de Maira y casarse con Leonardo, convirtiéndose en la verdadera Sra. Ibarra, todos aqui reconocerian quién era la auténtica matriarca de los Ibarra.

Maira llegó temprano a casa después de un dia de rodaje, acelerada por la llamada de Brenda pidiéndole que regresara para cenar. Al entrar a casa, notó un par de zapatos de tacón femeninos.

Nadie en la familia Ibarra usaba ese tipo de zapatos, ¿acaso era alguna visita?

Con la curiosidad a flor de piel Maira entró en la sala y se sorprendió al encontrar a Elvira sentada en el sofà.

¿Qué hacia ella aqui?

“Srta. Maira, ¿ya volvió?“, dijo Elvira, levantándose del sofá al ver a Maira.

“Srta. Elvira, ¿a qué se debe su visita?” Maira esbozó una sonrisa forzada al saludarla, aunque era evidente que la presencia de Elvira no la alegraba en lo más mínimo.

Elvira se acercó con un aire afectuoso y tomó del brazo a Maira: “Vine a cenar. Doña Brenda envió a Zeus la filmación para invitarme, diciendo que hoy queria cocinaria una cena especialmente para mi. Mairita, debes estar cansada después de todo el día rodando, ¿verdad? Siéntate y descansa un poco. Le pediré a la sirvienta que te prepare un mate.”

¿Doña Brenda invito a Elvira a casa para cenar?

Y Elvira actuaba como si ella fuera la dueña de la casa.

Maira no estaba segura del tipo de relación entre Brenda y Elvira, pero a pesar del tiempo que llevaba en la familia Ibarra, aún no habia probado una cena hecha por Brenda.

Parecia que Doña Brenda tenia un cariño especial por Elvira si había decidido cocinarle personalmente esa noche.

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