Un Beso Que Le Atrapó A Mi Señor Perfecto Novela Completa
Capítulo 1977

Capítulo 1977

Leonardo ya casi tenía claro por qué Maira estaba actuando tan extraño hoy, “¿Te molesta que tenga rumores con otras mujeres?”.

“No, no… no es eso, Leonardo, no te imagines cosas que no son, yo… ¡No me importa en absoluto!”

“¿Ah sí?” Leonardo claramente no creía en sus excusas, pero tampoco dijo nada para exponer sus

mentiras.

Maira miró a su alrededor, claramente incapaz de ocultar su pánico, “Solo pienso que, durante el contrato, tú también deberías comportarte, no está bien ir a hoteles con otras mujeres. ¡Si no, cómo les explico a los abuelos!”

Leonardo guardo silencio por un momento, luego explicó la verdad: “Lo sé. La Srta. Elvira se lastimó hoy durante el rodaje, no tenía a nadie cerca, solo fui a llevarla al hotel, eso es todo.”

dijo: “Ejem,

Maira estaba un poco sorprendida de que él le explicara, y al mirarlo fijamente a los ojos dijo: ¿por qué me cuentas esto? ¡Si ni siquiera te pregunté!”

“Conozco a Elvira desde que éramos niños, somos amigos de muchos años, hay cosas en las que no puedo dejar de ayudar, no te confundas. Esos periódicos les gusta inventar, ya envié a Zeus a suprimir esas noticias falsas.” Él explicó con calma y franqueza.

La mirada del hombre era tan sincera y relajada, que Maira no podía dejar de creerle.

¿En serio? Maira apretó los labios de repente se sintió más alegre y avergonzada, desvió la mirada: “¡Basta! Ya entendi lo que dijiste. ¿Te puedes levantar ahora? ¡Me estás asfixiando!”

“No puedo.” Leonardo no dio razones, solo le soltó dos palabras frías.

Maira, con las mejillas rojas, trataba de controlar su corazón acelerado, “Esta posición es rara, no es buena para hablar. ¡Deja de bromear y levántate ya!”

“¿No es buena?” Leonardo bajó la cabeza lentamente, ¿La Srta. Jurado olvidó que ahora somos marido y mujer?”

Maira sintió que su corazón estaba a punto de saltar de su pecho, pero justo en ese momento, no tenía la fuerza para empujar a Leonardo.

Vamos, esta posición era normal para una pareja casada, ¡pero ellos no eran realmente esposos!

Maira, resignada, miró a los ojos de Leonardo y vio que su rostro se acercó cada vez más. Sintió que no podía escapar y, por instinto, cerró los ojos…

Justo cuando pensó que los labios de Leonardo tocarian los suyos, no sintió el toque esperado.

Maira se quedó en silencio por un momento y luego escuchó la risa de Leonardo.

Se dio cuenta de que esperaba demasiado, abrió los ojos de golpe y descubrió que Leonardo la estaba mirando con una expresión burlona.

Solo entonces Maira se dio cuenta de que había sido engañada: “¡Leonardo!”

“¿Si, ¿qué pasa?” Aunque obviamente había sido el malicioso, Leonardo pareció imperturbable, como si lo que acababa de pasar no tuviera nada que ver con él.

Maira, sintiéndose avergonzada y apenada, usó toda su fuerza para apartar a Leonardo y se sienta, acomodándose el pelo: “Leo, eso estuvo un poco pasado.”