¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 978

Capitulo 978

“Vamos a la Villa Serenidad, ya casi llegamos,” respondié Asier a las palabras del Dr. Morales Luego colgé el teléfono.

;Ir a Villa Serenidad?

;Eso queria decir que iban a revisarla otra vez?

El corazon de Elia empez6 a latir con ansiedad.

Hacia poco le habia dicho a Asier que le dolia el estdmago para que la llevara al hospital

Era para despistar y evitar que Asier revisara las cdmaras de seguridad.

En realidad, su estomago estaba bien. Si venia el doctor y descubria que no tenia nada, Asier se daria cuenta de que ella habia mentido.

El habia estado tan enfadado... Si descubrfa su mentira, seguro sospecharfa que era para evitar que revisara las camaras.g2

Entonces, el descubriria su inseguridad y su secreto....

Al pensar en las consecuencias, Elia se sinti6 alin mas nerviosa y apret6 sus manos sudorosas, con la cabeza gacha. Pero sentia la mirada helada de Asier clavada en ella, haciéndole cosquillas en el cuero cabelludo.

La voz grave de Asier son sobre su cabeza diciendo. “;Por qué estas tan nerviosa, eh?”

Elia giré bruscamente, encontrandose con la penetrante mirada oscura de Asier. Su corazén se estremecio y

balbuceo rapidamente: “No, no estoy nerviosa...

Ah no? ;Cuantas travesuras tienes en mente que te duele el estémago solo de verme?” inquirié Asier

Elia palidecio, sus ojos se agrandaron al mirarlo.

La mirada profunda y oscura de Asier se encontré con la suya, era como un enorme vortice que parecia

devorar su alma.

El corazon de Elia colgaba de un hilo sobre un abismo, y si el hilo se rompia, su corazén se precipitaria en un abismo sin fin, destrozéndose de pura ansiedad.

Asier sabia que su dolor de estbmago era una mentira, pero aun asi habia llamado al Dr. Morales. ;Era para exponer su mentira y humillaria?

Elia respiraba con dificultad, su pecho subia y bajaba temblorosamente. Mir¢ a Asier y dijo: “Ya no me duele, no hace falta que venga el Dr. Morales.”

“Ya no te duele?” repiti6 Asier, alargando la Ultima palabra.

Elia lo miro fijamente, decidida, y dijo con firmeza “No me duele nada! Tienes razon, busqué una excusa para que no revisaras las cdmaras, para que no vieras cémo me llevaron al hotel, porque fue muy humillantel No quiero que veas lo humillada y miserable que estaba, ;qué tiene de malo eso?” Los ojos de Asier se oscurecieron aun mas y su aura se volvié fria como el hielo. De pronto, agarré la nuca de Elia, acercandola a el, y con una mirada afilada la fij6 en sus brillantes ojos

Asier dijo entre dientes ;Qué no he visto de ti? ;Qué necesidad hay de esconderte de mi?”

Elia sinti6 un pinchazo en el corazon

Qué de ella no habia visto Asier?

En la cama, ;jpodria mantener alguna apariencia hermosa?

El siempre la dejaba en un estado lastimoso, habiendo visto todas sus facetas.

14-07

Era como ser desnudada y expuesta en publico, una humillacién e incomodidad absoluta

El corazon de Elia temblaba y su respiracion se agitaba.

Con una sonrisa auto despreciativa dijo: “Si, ti me has visto todo, pero habia otras personas en la sala de monitoreo. No quiero que ellos me vean asi, jes eso tan malo?”

Los rasgos de Asier se suavizaron un poco, aunque su penetrante mirada se mantuvo fija en ella Contempilo la tristeza y el dolor en sus ojos.

En alguna parte de su corazon, la ira arremetia y le causaba un dolor sutil.

Solto la nuca de Elia y se enderezo, desviando la mirada hacia el frente del auto

Capitulo 979