¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 926

Capitulo 926

Elia marco el nimero, el teléfono sono, pero parecia que nadie iba a responder

Hasta que el sonido del timbre se hizo mas fuerte, resonando en la casa

Elia se gir6 para ver a Asier, con su presencia imponente, entrando con el teléfono en la mano y todavia sonando

Elia colgé réapidamente, viendo a Asier acercarse. Su imponente presencia la hizo sentir ansiedad, las palabras que habia preparado se atragantaron, pero consiguié decir Asier, yo, estaba a punto de llamarte Mafiana es sdbado, quiero llevar a los nifios a casa de mi mama, y volver con ellos por la tarde del domingo.”

Aunque en el pasado Elia habia llevado a los nifios a casa de Rosalinda, siempre habian regresado el mismo dia, nunca habian pasado la noche

alli

Esa vez ella queria que los nifos se quedaran en casa de Rosalinda por un par de dias Elia estaba insegura, no sabia si Asier estaria de acuerdo Cuando Elia termino de hablar, se encontré con los 0jos oscuros de Asier y su corazon se encogio

“Papi, queremos ir a casa de la abuela, hace mucho tiempo que no la vemos, la extrafiamos mucho” Iria, agarrando el borde de la camisa de Asier, hizo pucheros y lo sacudié un poco

“Papi, yo tambien quiero ir a casa de la abuela. Joel también miraba ansioso a Asier.g2

Asier miré a Joel e Iria, y con su voz grave, dijo: “Jueguen un rato con Fabio, Elia, ven conmigo.” Despues de echarle un vistazo a Elia, se dirigié hacia arriba.

Elia miro a los nifios, sus ojos inocentes y brillantes esperaban su respuesta.

Elia les acaricio la cabeza, les tranquilizé y dijo: “Mama va a hablar con papa, jueguen un rato con Fabio"

Fabio se acerco y, amablemente, dijo: “Sefioritos, sefioritas, los llevare a jugar futbol

“Vayan, mama vendra en un rato Elia sonrio dulcemente.

Finalmente, los nifos siguieron a Fabio.

Elia subi6 las escaleras hasta el dormitorio principal. Asier estaba de pie en la habitacién, con una presencia imponente y con sus ojos oscuros fijos en ella

Elia tomo una respiracion profunda, reprimiendo su miedo e inseguridad, se acercé lentamente, rodeando su cintura con sus brazos y pegando su mejilla a su pecho.

Asier se sobresalto, no esperaba que Elia lo abrazara.

El lugar donde la mejilla de Elia estaba pegada era precisamente donde se encontraba el corazén de Asier El calor de su corazén se filtraba a traves de la tela, calentando la cara de Elia, sintiendo los fuertes latidos de su corazon.

Con eso, su propio corazén comenzo a latir fuera de ritmo.

Lucho por mantener la cama y, con voz suave, dijo: “Has trabajado duro todo el dia. Mi mama ha extrafiado a los nifos estos dias. Pense en llevarlos a su casa por un par de dias Los nifios crecieron con ella, tienen un vinculo muy fuerte, también extraian a su abuela. Volveremos el domingo por la tarde, puedo?”

Al terminar de hablar, el corazén de Elia comenz6 a latir con fuerza, estaba muy nerviosa

Ademés de preocuparse si Asier estarfa de acuerdo, sentfa una creciente ansiedad

Nunca habia abrazado a Asier de forma espontanea, ni mucho menos habia hablado con el con una voz tan suave y calida.

No sabia como coquetear, tampoco habia intentado agradar a alguien a propdsito

Pero frente a Asier, aunque no sabia como, tenia que aprender.

Rosalinda tenia razon, deberia complacer a Asier de vez en cuando, para que el fuera menos estricto con ella.

Las palabras dulces y coquetas resonaron en los oidos de Asier, su frio interior parecia derretirse Asier respiro profundamente y dijo: “Esta bien, puedes llevar a los nifios.”

La voz baja de Asier sono

Elia al escuchar las breves palabras de Asier, se alegré enormemente.

Asier continu6: “;Necesitas que vaya contigo?”