¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 833

Capitulo 833

Elia no se atrevi6 a demorarse y se subi6 al asiento del copiloto, apresurandose a abrocharse el cinturén de seguridad para evitar que él lo hiciera por ella.

Colocé sus manos sobre sus muslos, estaba un poco rigida.

Asier arrancé el coche y lo sacé a la carretera, su mirada profunda estaba concentrada en la ruta que se extendfa delante de él, incorporandose al flujo del trafico en la carretera

asfaltada.

“iNo tienes nada que decir?” Su voz intimidante y profunda resoné en el pequefio espacio del coche, bajando la temperatura unos grados y causando escalofrios.

Elia sinti6 un escalofrio en la espalda, se sintié incomoda y se recosté en el asiento trasero, apartando la vista para mirar por la ventana, y dijo, “;Qué debo decir? ;Sobre mi dia de trabajo? El sefior Fuentes me dio mucho trabajo, no pude con todo.”

Al decir eso, sus manos, que estaban apoyadas en sus muslos, se apretaron ligeramente de nerviosismo, provocando que la espalda comenzara a sudar.

;Asier se habria dado cuenta de que ella y Sergio habfan ido a la Universidad de la Capital?

No fue ella quien lo buscé a él y, ademas, incluso si fueron a la Universidad de la Capital, ella solo queria despedirse del pasado.g2

Aprovech6 la oportunidad para dejarle claro a Sergio que lo mas importante para ella eran sus cuatro hijos. Esperaba que Sergio mirara hacia el futuro y dejara de aferrarse al pasado.

Sabia que no tenfa ninguna posibilidad con Sergio, ni siquiera habia pensado en tener alguna. Pero, aunque se separaran y cada uno siguiera su camino, todavia esperaba que Sergio fuera feliz, que tuviera su propia familia y futuro.

Al fin y al cabo, tuvieron una vida juntos.

Pero Asier no entenderfa sus sentimientos, si supiera que ella y Sergio se habfan visto, seguramente se enfadarfa, la castigarfa y se desquitarfa con Sergio.

Por lo tanto, ella alin tenia la esperanza de que Asier no supiera que ella y Sergio se

habian visto ese dia.

Incluso si el sefior Fuentes habia visto a Sergio llevarla de regreso a la empresa.

Querfa apostar a que el sefior Fuentes no seria tan chismoso como para meterse en asuntos que no le incumben.

Apenas habia terminado de hablar, la presion en el coche se volvi6 alin mas fria y aterradora. "Asi que estas agradecida de que Vicente te haya dejado salir a inspeccionar la fabrica, ;no es asi?” La voz de Asier se volvié mas fria.

Elia sinti6 un temblor en el corazén, sus pensamientos se volvieron un lio. Mientras intentaba formular una respuesta, Asier pasé una mano por su cintura y la apret6 firmemente.

Elia se qued¢ rigida, viendo como el coche segufa avanzando a la misma velocidad con Asier sosteniendo el volante con una mano,

La mano que tenfa en su cintura era firme y dominante, llena de una ira gélida.

El peligro que sentfa por dentro al ser sujetada por él, y el peligro que venfa de fuera mientras el coche se movia entre el tréfico con Asier controlando el volante con una sola mano y su atencién en ella, si algo sala mal, el coche podrfa chocar con otro y resultar en un accidente, todo esto hizo que Elia se sintiera aterrorizada.

Se apresurd a decir, “Asier, cdlmate, estas conduciendo, si algo pasa...”

“No he subido al coche aun, ;cémo puedo estar conduciendo, dime?” La voz de Asier era gravemente profunda, amenazante y opresiva.

Elia contuvo la respiracion, lo que él entendfa por “conducir” parecia ser diferente a lo que ella entendia.

Incluso en una situacion de vida o muerte, él todavia tenfa tiempo para pensar en esas

cosas.

Elia comenz6 a sudar frio.

“Asier, por favor, para el coche y hablemos. Si nos pasa algo, los nifios quedaran huérfanos, serfa demasiado triste”, dijo Elia, viendo cémo el coche se movia de forma errética, sin la estabilidad de antes. Se asusté tanto que apreté con fuerza el cinturén de seguridad.

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