¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 819

Capitulo 819

“Ah, como nos gobierna la vida.” Suspiré Rosalinda, recién habia visto a los nifos y ya le costaba despedirse, pero no habia otra opcién.

Los tiempos habian cambiado. Antes, los nifios eran solo de ella y Elia, los cuidaban, los alimentaban y los acostaban, siempre estaban a su lado, podian llevarlos a donde

quisieran.

Pero en ese momento los nifios habian sido arrebatados por su padre, y todo ya dependia de su estado de &nimo.

Sabia que Elia habia luchado duramente por la oportunidad de pasar tiempo con los nifios, por lo que Rosalinda lo valoraba enormemente, dedicando el tiempo a jugar con

ellos.

Cuando llegaron las diez, Rosalinda dijo: “Ya es tarde, deben regresar a casa a dormir, podran volver a casa de la abuela durante las vacaciones.”

"Abuela, quiero dormir contigo.” Dijo Iria.

“Yo también, quiero dormir con la abuela.” Inés levanté la mano.

"iYo también!” Joel se adelanto.

"Yo también.” Abel, raramente, no se quej6 de compartir la cama.g2

Al ver la efusividad de los nifios, Rosalinda sonrié con satisfaccion, pero no pudo evitar que las lagrimas afloraran: “Mis queridos, la culpa es de tu abuela y tu madre que no tienen una casa propia. Aqui es muy pequeno, solo hay dos habitaciones y las camas son pequefias. Esta casa es alquilada, no sabemos cuando nos pediran que nos vayamos. En casa de vuestro padre estaran mas estables, cada uno con su propia habitacion, con mucho espacio y libertad.”

Aunque Rosalinda odiaba la idea de separarse de los nifios, sabfa que estarian mejor con Asier, donde tendrfan un futuro mas prometedor.

Los nifios habfan compartido sus dificultades durante cuatro afios, y eso le dolia mucho a Rosalinda.

Al escuchar las palabras de Rosalinda, Elia también se sinti¢ triste. No tenia su propia

casa.

Si el propietario decidiera recuperar la casa, tendrian que mudarse de inmediato, sin un hogar permanente, siempre en movimiento.

La culpa era suya, no tenia suficiente dinero para comprar una casa en la Capital.

“No me importa apretarme, quiero dormir con la abuela.” Iria hizo un puchero, afligida.

“Yo tampoco me importa.” Dijo Inés.

1/2

1:2

Joel y Abel asintieron.

Los nifios eran muy sencillos, no les importaba si las condiciones eran buenas o malas, solo querfan estar con las personas a las que amaban y en las que confiaban.

"Queridos, vuestro padre os esta esperando abajo. Volveréis a jugar durante las vacaciones, la abuela os hard muchos juguetes.” Rosalinda los persuadio.

Al oir que Rosalinda les harfa mas juguetes, los nifios dejaron de insistir y se fueron

contentos.

“¢Puedo llevarme mi barco de papel a casa?” Iria pregunt, ladeando la cabeza.

“Por supuesto.” Rosalinda le acarici6 la cabeza con carifio.

Los cuatro nifos se llevaron sus juguetes favoritos y bajaron las escaleras con Elia.

Una vez en el coche, los nifios se despidieron de Rosalinda, quien les devolvié la despedida con una sonrisa.

Asier arranc el coche.

El viento de la noche de verano, cargado de calor, soplaba a través de la ventana, despeinando a Elia y haciendo que sus ojos se llenaran de lagrimas.

“Mam4, ;por qué estas llorando?” Inés estaba arrullada en el regazo de Elia, vio las lagrimas que cafan por su rostro y pregunté preocupada.

Asier también miré por el espejo retrovisor para ver a Elia.

2/2