¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 777

Capitulo 777

Jimena asinti6, en su rostro se reflejaba lo triste y arrepentida que estaba y continué diciendo: “Luego me percaté de mi gran error, me disculpé con él, le dije que todo lo que habia dicho era mentira, que ests bien ahora, que debia seguir adelante y comenzar una nueva vida, pero parecia que no me escuchd.”

Elia se llevo la mano a la frente, no era de extrafiar que Sergio le dijera lo que le dijo ese dfa. Pensaba que ella atin no se habfa olvidado de él.

"Elia, lo siento, sé que me equivoqué, puedes golpearme y reganarme. Te prometo que la préxima vez no volveré a hablar sin pensar, no diré lo que no deberfa decir.”

Jimena se sentfa increiblemente culpable, tom la mano de Elia y la golpe6 suavemente en su propio cuerpo, indicandole a Elia que podia golpearla si

queria

Elia agarré su mano, mirdndola mientras se preparaba para decir algo, luego suspiré y dijo: “No importa, solo estabas borracha, no lo hiciste a propésito. La préxima vez no bebas tanto.”

Jimena la abrazo con carifo y la alagé: “Entendido, ammo a mi Elia més que a nada, incluso cuando hago algo mal, Elia todavia se preocupa por mi."e2

Elia sonri6 a reganadientes.

Ella también habfa aconsejado a Sergio que se olvidara de ella, que mirara hacia adelante, y que se enamorara de otra mujer. Esperaba que él entendiera. Una semana después, la fabrica de electronica Serelia entreg6 los productos como estaba previsto.

Sergio revisé los productos y no hubo objeciones. La cooperacién con Grupo Fuentes llegé a su fin Durante esa semana, Elia estuvo muy ocupada, yendo y viniendo entre Grupo Fuentes y la fabrica de electronica Serelia.

Después de la finalizacion de la cooperacion, Vicente le dio a Elia un dia libre, no tenia que trabajar al dia siguiente.

Elia, que habia estado tensa durante toda la semana, finalmente pudo relajarse.

Fue al bafo para lavarse la cara, se miré al espejo, y vio dos lineas negras en su cuello, resultado de sudar demasiado. El polvo de su cuerpo se habia mezclado con el sudor y se habia acumulado en las arrugas de su piel, formando una especie de barro negro.

Elia estir6 su cuello para lavarlo, su collar estaba puesto en él, asi que lo quitd y lo dejé a un lado, luego comenz6 a lavarse el cuello.

Después de lavarse, seco su cuello con una toalla de papel y sali¢ del bafio, olvidandose completamente del collar que habfa dejado en el lavabo.

Justo cuando Elia se fue, Diana sali6 del bafio y vio el collar en el lavabo y reconocié el collar de inmediato, jera el que Elia solfa usar!

Diana también sabfa sobre articulos de lujo, ese collar era de una marca internacional, lo habia visto en una revista, era una edicion limitada, solo habia uno en todo el mundo, y su valor era muy alto. Siempre habia pensado que el collar de Elia era falso, pero cuando lo vio de cerca, resulté ser auténtico.

;Coémo podia Elia, una simple secretaria, permitirse un collar tan caro?

Debfa tener algiin hombre poderoso a su lado, y ese hombre le habia comprado el collar.

;Podria ser el Sr. Fuentes?

Al pensar en eso, Diana sinti6 celos y resentimiento.

Apret el collar en su mano y lo guardé en su bolsillo.

A la hora de salir del trabajo, se levanté de su silla, se masaje6 el cuello dolorido y de repente sintié que algo faltaba.

Bajé la vista y se dio cuenta de que el collar que siempre llevaba alrededor del cuello habfa desaparecido.

Elia se asusto y recordé que se habia quitado el collar en el bafio y se habia olvidado de ponérselo de nuevo.

Corri6 rapidamente al bafio, pero el lavabo estaba vacio.

Busco en la papelera, pero tampoco lo encontré.

;Qué iba a hacer? Ese collar se lo habia regalado Asier, y le habia dicho que nunca se lo quitara.

Si Asier descubria que se habfa quitado el collar y lo habia perdido, podria imaginarse lo que le pasarfa.

Elia estaba tan asustada que su cabeza zumbaba y no podia pensar en nada.

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