¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1699

Capitulo 1699

Jimena apret6 los dientes y cada palabra se escap6 por entre ellos: “jOrson, me estas amenazando, verdad!”

“No te estoy amenazando, solo es que deseo tanto tu perdén.” Orson se volvié serio: “Jimena, quiero casarme contigo. Nunca antes habia tenido un deseo tan fuerte de casarme con una mujer”. El Orson que estaba frente a ella parecia otro, no era el de siempre, el despreocupado y encantador que parecfa no tener corazon ni alma.

Su repentina seriedad y profundidad de sentimientos hacian que Jimena no pudiera adaptarse. Sus palabras la conmovieron un poco, y ella cedié: “Vete ya, voy a pensar en ello”.

"En serio?” Los ojos de Orson brillaron de esperanza.

";Crees que yo soy como td, que no cumplo lo que digo?” Jimena lo miré de reojo.

Orson esbozo una sonrisa, el serio y formal semblante de hace un momento volvié a la despreocupada y atractiva actitud de siempre.

Se puso la bata y salié del cuarto.g2

Al pasar por el lado de Jimena, se incliné para besarla.

Jimena, sorprendida, se aparté y le dio una palmada en la espalda: “jQué haces con esos ataques sorpresa, largate! Y rapido!”

Orson sali6 sonriendo feliz como una lombriz y descalzo llegé a la puerta, la abrié y se fue.

No fue sino hasta que Orson se habfa ido por completo de su casa que Jimena pudo relajarse del todo.

Pensando en el contacto piel con piel que habia tenido con Orson desde la noche anterior hasta esa mafana, no podia evitar ruborizarse y que su corazon latiera mas rapido.

A pesar de tener alin barreras en su corazon, su amor por Orson seguia firme y su cuerpo, traicionero, lo recibia con alegrfa.

Orson acababa de decir que tenfa un fuerte deseo de casarse con ella.

La resolucién de Jimena realmente se tambale6.

Dejar ir a alguien que amas es doloroso.

Parecfa que abandonarlo serfa mas doloroso y duraria mas tiempo que superar los obstaculos del corazén y aceptarlo.

Cuando Jimena dijo que lo considerarfa, realmente lo pensaba hacer.

Estaba distraida sentada en la mesa del comedor cuando Jacinta volvié, habia comprado una cerradura y un martillo, lista para romper la puerta, pero la encontré abierta.

Jacinta dijo: “Jimena, ;me estas tomando el pelo otra vez? ;Qué escondes en esta habitacién que no me dejas entrar?”

Mientras hablaba, Jacinta inspecciond la habitacién de Jimena, revisando las cortinas y el armario sin

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encontrar nada, lo que la dejo algo decepcionada.

Se sent6 frente a Jimena, frustrada: “Dime la verdad, como van las cosas con Orson?”

Justo cuando Jimena iba a responder, soné el timbre de la puerta.

"Yo abro, ti quédate.” Jacinta detuvo a Jimena y se levanté rapidamente para abrir la puerta.

Al ver a Orson, Jacinta sonri6 con calidez y lo recibié entusiasticamente: “Orson, has venido, pasa. Justo estaba preguntandole a Jimena como le habia ido contigo ayer, esta nifia no me dice la verdad. Ahora que estas aqui, cuéntanos, ;qué planeas hacer con Jimena?”

“Mam4, quiero casarme con Jimena.” Orson fue directo al grano.

"¢De verdad? jEso es maravilloso!” Jacinta estaba euférica.

Jimena se levanto sorprendida y miré a Orson con el cefio fruncido desde la distancia.

¢;Cuando habia aceptado casarse con él?