¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1672

Capitulo 1672

Orson miré profundamente a la nifa que Jacinta sostenfa en sus brazos y luego bajo la vista hacia el pequefio que estaba a sus pies, empujandole constantemente con sus manitas.

Ambos nifos llamaban a Jimena “mama”, lo que significaba que los dos eran hijos de Jimena Parecian tan pequefios, probablemente poco mas de un aio.

En estos tres anos, después de que Jimena comenzara a salir con Daniel, jcon cuéntos hombres mas

habia estado?

iHabfa tenido dos hijos!

Orson todavia albergaba la esperanza de reconciliarse con Jimena.

Pero al ver esta situacion, todas sus esperanzas se desvanecieron como el hielo en un lago, destrozado por una bomba.

Los fragmentos cortaban su corazén con un dolor agudo.

Con los ojos tefidos de rojo, Orson volvié a mirar a Jimena, y sus ojos llenos de pasion estaban ahora cargados de decepcion, ira y rencor.g2

Jiména, sintiendo un nudo en el pecho y con el corazén latiendo desbocado, no pudo sostener esa mirada y, aunque sus labios temblaron, no pudo articular palabra.

Su preocupacion se habia expuesto en ese momento y el miedo superaba a la razén.

Frente a la mirada llena de odio de Orson, se sentia aterrorizada y no podfa decir nada.

"Jimena, qué logro el tuyo! jComo quieras!” Orson dijo, mordiendo sus dientes, con los ojos enrojecidos, se dio la vuelta y se marché con paso firme.

"iEh, Orson..." Jacinta llamé desde atras, tratando de retenerlo.

Pero Orson no mir6 atrés y se fue directamente, y al salir, cerré la puerta con fuerza.

Al llegar a su casa, el mundo se silencié en el instante en que cerr6 la puerta, y las lagrimas reprimidas giraban en sus ojos.

Sabia que ese era el momento de abandonar a Jimena de verdad

Hay cosas que una vez que suceden, no hay vuelta atras.

Antes, siempre habia mantenido la esperanza de reconciliarse con Jimena en un rincén de su corazon. Era esa esperanza la que lo habfa sostenido para no casarse con Priscila, para enfrentarse a su madre y dejar la familia Salcedo

Pero ahora, esa esperanza que lo habia sostenido se habia roto con brutalidad.

El dolor repentino en su corazén y la oscuridad frente a él lo llenaron de confusion y desamparo. Orson apoyd sus manos en la mesa, incliné la cabeza, mordi6 sus dientes, se enrojecieron sus ojos y tomo una respiracion profunda, diciéndose a si mismo que era hora de renunciar.

En la casa de Jimena, Jacinta miraba la puerta cerrada, confundida y melancélica, y dijo a Jimena con un suspiro: “;Qué es esto ahora?”

Martin, que habia presenciado todo, se acercd, tomo a Adora de los brazos de Jacinta y preguntd con

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frustracion: “;Ese hombre que acaba de irse, lo invitaste tG?”

Al oir la pregunta de Martin, Jimena también miré a su madre con duda.

¢Por qué invitaria a Orson sin avisar?

Jacinta, sintiendo las miradas de su esposo e hija, como si la estuvieran culpando, se sintié herida de inmediato y, con una expresion afligida, dijo: “Solo queria que Jimena tuviera un hogar, alguien en quien apoyarse en el futuro.”

Asi que fue Jacinta quien habia llamado a Orson. No es de extrafiar que antes mintiera diciendo que iba a comprar condimentos.

Eso habia impedido que Jimena se preparara para esconder a los nifios y evitar que Orson descubriera que habfa tenido dos hijos.

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