¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia -
Capítulo 1656
Capitulo 1656
Jimena no siguié persiguiendo, sino que corrié en direcciéon opuesta. Ahora tenfa las manos atadas detras de su espalda y la boca sellada con cinta adhesiva, totalmente incapaz de salvar a Elia.
Si intentaba avanzar, Dimas seguramente la atraparia de nuevo, y eso no solo impediria que pudiera ayudar a Elia, sino que también se pondria en peligro ella misma.
Desesperada, Jimena corrié hacia el centro de la carretera, tratando de llamar la atencién de los transeuntes.
Pero en ese lugar desolado no habia ni una sombra de personas. Angustiada, Jimena solo pudo correr hacia un lugar ain mas lejano en busca de alguien.
Mientras tanto, Dimas empujo a Elia dentro del hotel, donde una mujer que era su contacto ya habfa preparado una habitacién para él.
Elia fue arrojada a la habitacion por Dimas, cayendo con tanta fuerza que terminé sobre la cama. El alcohol habia adormecido su mente, pero el fuerte golpe la hizo recuperar totalmente la conciencia, llenandola de horror y entumecimiento.
El pénico se extendié por su corazon.
Elia intent levantarse inmediatamente para huir.
Pero apenas habia dado unos pasos tambaleantes cuando Dimas la empujé de nuevo, haciéndola caer sobre la cama.g2
Con las comisuras de sus labios hiimedas, Dimas la miré con ojos codiciosos y llenos. de deseo mientras se acercaba a ella con grandes zancadas.
Con su voz ronca y aspera dijo: “Pequefia, la Ultima vez te escapaste, y ese hombre me hizo sentir asqueroso. Por el dafo psicolégico que sufri, esta vez lo voy a recuperar contigo...”
Con esas palabras, Dimas se lanzo sobre Elia, la sujet6 y traté de besar su rostro con urgencia.
Elia sinti6 acercarse un hedor nauseabundo, como el de la carne de cerdo, que casi la hizo vomitar. El terror y el miedo inundaron todos sus sentimientos. Elia giré su rostro, evitando su boca grasienta, y traté de gritar por ayuda. Aunque usé toda su fuerza, solo pudo emitir un débil gemido.
Maldita sea, qué fiera eres! Cuanto mas te resistes, mas me gusta, jajaja...” Dimas no
Capitulo 1656
logré besarla y una ola de ira broté en su interior, pero lo que mas creci6 fue su deseo de conquista.
Cuanto més fiera era la mujer, mas le gustaba. Extendi6 su enorme mano grasosa hacia Elia con la intencién de desvestirla: “Vamos, disfruta, en diez minutos habré
terminado...”
Agarro el cuello de la camisa de Elia y tiré con fuerza.
Mientras la tela se estiraba, Elia sintié un escalofrio en la piel de su cuello hacia abajo, y el horror y el miedo crecieron descontrolados, formando una oscuridad desesperada.
No, no queria ser violada.
Elia levanté la pierna y pated con fuerza hacia Dimas, quien capturé su tobillo y con un tirén la arrastré hacia él con fuerza.
Ese gesto fue extremadamente humillante. Elia se sinti6 como si estuviera siendo torturada, era peor que la muerte.
“Jajaja, ino puedes escapar! jRindete!”, Dimas se rio con ganas y se inclind nuevamente hacia Elia. Mientras esa cara grasosa y repulsiva se acercaba rapidamente, las pupilas de Elia se dilataron y su corazon se contrajo en desesperacion, mientras un destello de desesperacion brotaba ante sus 0jOs.
"iBang!”
"iNo se mueva, manos arriba!”
Justo cuando Dimas estaba a punto de besar a Elia, la puerta del cuarto fue pateada con fuerza, y la autoridad de la voz masculina reson en la habitacion.
pero
Esa imponente presencia hizo que cualquiera se asustara instintivamente. Dimas no tuvo tiempo de completar su acto, gir bruscamente la cabeza, listo para maldecir, entonces vio el cafién de una pistola apunténdole directamente. El que sostenia el arma era un policia en uniforme.
El policia tenia el dedo en el gatillo, listo para disparar y perforar el cuerpo terrenal de Dimas con un solo movimiento.
If you find any errors (non-standard content, ads redirect, broken links, etc..), Please let us know so we can fix it as soon as possible.
Report