¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1627

Capitulo 1627

Si no era posible persuadirla, entonces solo le quedaba rendirse.

Con las primeras luces de la noche, la Capital se vestia de luces y colores, los neones parpadeaban sin cesar.

Elia y Jimena se encontraron en un puesto callejero, pidieron una generosa parrillada y la acompanaron con cerveza bien fria.

Jimena seguia siendo como siempre, abria las botellas de cerveza con los dientes y servia hasta el borde del vaso frente a Elia: “Elia, hoy estoy de malas, tienes que acompafarme a tomar una.”

Elia no la detuvo al servirle la bebida y dijo: “Hoy te acompafio hasta que caigamos.”

Jimena levanté la vista sorprendida y sonrié: “;En serio? Llevas tres afios sin tocar una gota y finalmente vas a beber conmigo?”

"Asi es, han pasado tres afios, el tiempo vuela. Ni siquiera sé como les va a Abel, Joel, Iria e Inés en el internado.” Desde aquel dia en que Benjamin se llevo a los hijos de Elia del hospital, ella no habia vuelto a verlos.

Durante esos tres afos, se habfa dedicado completamente a cuidar de Asier, y paral hacerlo bien, necesitaba estar siempre ltcida, por eso no habfa probado el alcohol

Ahora que Asier estaba mejor y no necesitaba de sus cuidados, su vida podia ser como

ella quisiera.g2

Cada vez que cafa la noche, Elia empezaba a extrafiar a sus cuatro hijos, preguntandose

si estarian bien.

“Tus cuatro hijos son unos genios, con una gran capacidad de adaptacion, no te preocupes, estaran bien.” Jimena intent tranquilizarla con un tono despreocupado.

"Vamos, brindemos la primera a nuestra triste experiencia amorosa.” Jimena levanté su

vaso hacia Elia.

Elia tomé su vaso, chocaron y cada una perdida en sus pensamientos, bebieron la cerveza de un trago..

Luego, Jimena continud sirviendo y dijo con un tono melancélico y confundido: “;Sabes? Hace unos dias Orson intent6 acercarse a mi. Me dijo que dejo la familia Salcedo y se fue a trabajar a la compafifa de Vicente para desafiarlos y cancelar su compromiso con Priscila. Afirmé que nunca podria casarse con Priscila y me pregunté si podria estar con él..."

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Cuando Orson le dijo eso, Jimena lo regafé. Lo hizo para ocultar las turbulencias de su corazon y mantenerse tranquila.

Pero solo ella sabfa cuan rapido latfa su corazon y cudn emocionada se sentfa al escuchar esas palabras de Orson.

Ella tenia un corazén enamorado, y si no se recordaba a si misma constanternente que no podia revelar su secreto, temfa que en un arrebato de pasion, aceptarfa la propuesta de Orson en el acto. Justo como tres afios atras, sin pensarlo, habfa aceptado ligeramente ir a conocer a la familia Salcedo con Orson y habia perdido su inocencia.

"sY qué piensas hacer?” pregunto Elia.

“;Qué me queda? En ese momento, quise aceptarlo impulsivamente, es Orson, ese hombre que es la encarnacion de la belleza y la seduccién. Pero me contuve rapidamente porque no puedo olvidar haberlo visto con Priscila y tampoco puedo exponer a Fred y Adora.” Jimena suspiré

Era una pena, podria haber tenido un amor apasionado con un hombre como Orson, disfrutar de su cuerpo, pero las preocupaciones de la realidad le impedian enloquecer.

Ay, la realidad... Siempre con tantas preocupaciones y restricciones, que le restan mucho placer a la vida.

Ella podia sentir como sus hormonas anhelaban a Orson, pero su razén tenia que mantener a raya su pasion.

Elia tomé otro trago de su bebida, también preocupada: “Asier también se me declar6.”

"i¢Qué?!” Jimena casi deja caer la botella de cerveza al suelo de la sorpresa.

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