¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1602

Capitulo 1602

Bruno, todavia aturdido, recobré el sentido y asintié con determinacién: “iSit”

De inmediato comenzo a empujar la silla de ruedas de Asier hacia la salida.

“iDetente!” La firme y profunda voz de Benjamin resoné.

Bruno, por instinto, no se atrevié a desobedecer la orden de Benjamin y detuvo sus

pasos.

+

Benjamin se evant y rapidamente se acercé a Asier, bloqueando su camino con enojo: “4A donde crees que vas? ;A buscar a Elia?”

Asier ni confirmé ni negé: “;Qué mas podria hacer?”

Benjamin, conteniendo la ira, exclamé: “Ya te he dicho antes, deja de enredarte con esa mujer Elia. ¢No ha causado suficiente caos en la familia Griera?”

“Ella no ha hecho nada para perjudicar a nuestra familia,” Asier traté de razonar con Benjamin. “Hace tres afios fue por mi propia voluntad mantenerla a mi lado, y yo decid salvarla. Ella nunca me ha pedido que haga algo por ella."g2

Durante estos dfas, Asier habia tenido tiempo de sobra en casa para reflexionar sobre todo lo que habfa sucedido desde que conoci6 a Elia.

Elia siempre habfa estado a su lado de manera pasiva y, aunque le habfa dado cuatro hijos, nunca le habfa pedido nada, ni siquiera dinero.

2 astucia,

sabe como manipular los sentimientos de la gente, y eso es lo mas

"Esa

aterrador,” Benjamin respiré hondo, preocupado por lo profundo que Asier podria estar cayendo: “Asier, piensa en tu padre. ;Qué le pas6 por obsesionarse tanto con una

mujer?”

Asier sinti6 un dolor en su corazon, el destino de sus padres era su punto mas vulnerable, un dolor que le asfixiaba.

X

Las manos de Asier se apretaron instintivamente sobre los brazos de la silla de ruedas, sus ojos helados se clavaron en Benjamin.

“Mi padre es mi padre, yo soy yo, Faustina es Faustina, Elia es Elia, todos somos diferentes, no hay necesidad de comparar constantemente,” dijo Asier y, sin admitir réplica, ordené: “Bruno, jvdmonos!”

Regresando a sus sentidos, Bruno empujo la silla de ruedas de Asier, haciendo un rodeo.

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para pasar por el lado de Benjamin

Benjamin, con una expresion de enojo y resignacion: “Si vas a buscarla ahora, ;qué pasara con Cecilia?”

“Cuando su padre despierte, se lo explicaré.”

Bruno no detuvo sus pasos, incluso los apresuré y llevé a Asier al carro.

Benjamin estaba furioso pero impotente, Cuando Asier se decidia por algo, siempre lo hacfa, y no habfa nada que pudiera detenerlo.

Elia tomé un taxi de vuelta a Puerto de Estrellas.

Su tfa Josefina no estaba en casa, habia sido invitada a una cita por el Dr. Diaz.

Elia estaba curiosa y sorprendida a la vez, ya que Diaz habfa invitado a Josefina a salir varios dias seguidos.

Ella pensé inicialmente que la invitacion del Dr. Diaz a Josefina era solo para molestarla, ya que ayudo a organizar una cita para él que no se materializo.

Sin embargo, parecia que Diaz estaba realmente interesado en ella.

Después de reflexionar, Elia pens6 que, dado que su tio habia fallecido, era bueno que su tia Josefina encontrara compafifa en sus afios posteriores.

Tras darse un bao, Elia se puso un camison y se senté en el sofa, levantando las piernas. Desde la rodilla hasta la pantorrilla, se vefa un gran moretén, claramente fuel causado por el roce con la rueda de la silla.

El dolor era tan agudo al tocarlo que tuvo que retirar la mano rapidamente para evitar el

dolor.

Durante la ducha, el agua que tocaba la herida le causaba una sensacion ardiente. Vestida con pantalones no habfa podido ver la extension de la lesion, pero ahora, con el camison, al ver el rea afectada, se dio cuenta de que estaba mas lastimada de lo que pensaba.

En casa no tenia ningtin medicamento para golpes o lesiones, por lo que no tenia més remedio que esperar a que se curara por si solo.

Capitulo 1603

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