¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1592

Capitulo 1592

Asier mir6 a Elia con una expresion fra y distante que oscurecié su rostro apuesto.

Con una mirada intensa y autoritaria, dijo: “Quedandote tan alejada, ;cémo podras enterarte de las noticias sobre Maximiliano a tiempo?”

Elia sinti6 un nudo en la garganta al comprender que Asier la habia llamado para que se preocupara abiertamente por Maximiliano.

Todos sus miedos y reticencias habian sido percibidos por Asier.

Y al ser descubiertos, la pesadez interior que sentia se disip6 un poco.

Elia respiré hondo, soltando la presion que llevaba dentro, sin decir nada.

Belén intervino: “Antes de entrar, Maximiliano no soltaba mi mano, pidiendo que todos vinieran. Estaba preocupado de no poder aguantar...”

Mientras hablaba, se secé una lagrima del rincén del ojo.

El corazon de Elia se tenso y la falsa calma de su rostro se quebré con la preocupacion.g2

Cecilia comenzé a llorar: “Asi que realmente es tan grave? Oh, papa, por favor, que no te pase nada...”

Morfis, quien habia pronunciado esas palabras desafortunadas en el carro sin pensar, ahora se sentfa intranquilo al escuchar de su propia madre la gravedad de las heridas de su padre. Sac6 un cigarrillo, lo encendié y dio varias caladas profundas paral estabilizar sus emociones.

Después de exhalar el humo, se dio cuenta de que habia otro hombre presente y le ofrecié un cigarrillo a Asier.

Pero antes de que Asier pudiera aceptarlo, Elia intervino apresuradamente: “il no puede fumar!” En su prisa, dio un paso adelante sin darse cuenta.

Su reaccion tan agitada y preocupada sorprendio a todos los presentes.

Especialmente Cecilia, cuyos ojos clasicos e inteligentes primero miraron a Elia con asombro y luego se llenaron de una ira y celos apenas ocultos.

;Desde cuando Elia tenfa prioridad para preocuparse por Asier?

Los profundos ojos de Asier también se fijaron en Elia, y en ellos habia un atisbo de

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emocion y agitacion.

;AUnN se preocupaba por é1? Los instintos de una persona son dificiles de ocultar.

Morfis intenté ofrecerle un cigarrillo, pero Elia inmediatamente intervino, diciendo que no podia fumar, pensando en su salud

Después de todo, la persona que lo habia cuidado durante tres afios habfa sido Elia, nadie sabfa mas sobre su condicion fisica que ella.

El Dr. Diaz, a quien ella habfa encontrado para tratarlo, seguramente le habia explicado todo con claridad.

Asi que ella habfa grabado en su memoria todo lo que necesitaba saber para su cuidado diario, y por eso habia intervenido tan rapidamente para evitar que fumara.

Al ver la preocupacion de Elia, el frio en Asier se disipd y sus ojos oscuros se cubrieron de una neblina de profundidad y emocion mientras la observaba.

Morfis miré a Elia, comprendiendo lo que querfa decir. Como Asier alin no estaba completamente recuperado, estaba claro que tenfa que evitar las cosas dafinas como el tabaco y el alcohol. Répidamente retiré su mano extendida, diciendo: “Mejor no fumes, todavia estas en silla de ruedas. Morfis siempre habia sido directo. Guardé el cigarrillo de nuevo en la cajetilla, sujetd el que tenfa en la boca y dio otra calada profunda, dejando que el humo se dispersara alrededor.

Belén agit6 la mano para dispersar el humo blanco que flotaba en el aire y le dijo a Morfis: “Ve a furnar a otro lado, no vaya a ser que el médico salga y piense que no nos importa lo que le pase a tu papd.”

"Esta bien, iré a la zona de fumadores. Avisame enseguida si hay alguna novedad.” Morfis se dio la vuelta y se marcho.

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