¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1334

Capitulo 1334

La voz de Asier era ronca y profunda: “No hace falta.”

Elia no queria que él asistiera al funeral de Rosalinda. Si él iba, solo conseguiria que Elia se alejara mas. Ademas, en ese momento, eran los habitantes del pueblo los que estaban presentes en el funeral de Rosalinda, mostrando sus emociones més sinceras. Quienes tenian que llorar, lloraban, quienes debian. sentir pesar, lo sentian.

Si él llegara, seguro que todos se pondrian tensos. El ambiente se volveria incomodo y nervioso. Aunque a él no le importaba la informalidad de los demés, su presencia era algo que intimidaba. Si él llegaba al lugar, aquellos que estaban despidiendo a Rosalinda, aunque quisieran actuar con naturalidad, se cohibirian.

No queria que un funeral, que debfa ser una despedida sincera, se transformara en un escenario de falsas cortesias por temor a su posicion.

Bruno habia sugerido que Asier fuera, pero ante su negativa, no dijo nada mas. Se quedd acompanandolo, observando a lo lejos la ceremonia finebre.

Los ojos oscuros de Asier se fijaban en Elia, que estaba junto a la tumba. Su rostro, enmarcado por la vestimenta de luto que estaba usando, se vefa atin mas palido y fragil.g2

Ella estaba todavia en el delicado periodo después de aborto espontaneo, y sin embargo, tenia que soportar un dolor tan grande.

A Asier le dolia mucho el corazén. Queria acercarse, abrazarla y darle fuerzas, ser su apoyo inquebrantable.

Pero no podia ir. Si lo hacia, ella sufriria mas, lo rechazarfa atin mas, ademas se alteraria.

Solo podia mirarla desde la distancia.

En ese instante, él crefa entender lo que Elia habia sentido al no poder asistir al funeral de Sergio. Ella habia tenido que observar desde lejos como enterraban al hombre que amaba, sin tener siquiera el derecho de acompanarlo en su ultimo viaje.

En aquel entonces, debi6 sentir un dolor inmenso y una desesperacion profunda.

Un dolor similar al que él sentfa ahora.

Antes, no comprendia por qué Elia, que tenia prohibido asistir al funeral de Sergio, habfa decidido esconderse para observar todo a escondidas.

Ahora, él estaba haciendo lo mismo que hizo ella en ese momento.

De repente entendia todas las emociones que ella habla experimentado.

Resultaba ser un dolor inmenso.

Si él, siendo hombre, lo sentia tan profundamente, ;como seria para ella, una mujer tan delicada? A lo lejos, el funeral terminaba y la gente comenzaba a dispersarse hacia el pueblo.

Los ojos de Asier, empanados de lagrimas, se movieron ligeramente mientras ordenaba a Bruno: “Lleva el coche.”

1/2

Capitulo 1334

No podfan permitir que los descubrieran alli.

Bruno obedecio, puso en marcha el vehiculo, retrocediendo y alejandose del pueblo,

Al llegar a

a la carretera asfaltada, Asier le ordend de nuevo: “Detente aqui.”

Bruno se detuvo sin entender por qué el Asier queria parar en la carretera, desde donde no podian ver a Elia.

Pero no se atrevi6 a preguntarle, simplemente le obedecia.

Por la noche, los nifios lloraban sin cesar. Elia, con mucho esfuerzo, consiguié calmarlos y dormirlos. Entonces, se levanto y fue a la habitacion de Josefina

Josefina estaba ordenando las pertenencias de Rosalinda, estaba llorando mientras lo hacfa.

Elia se apresur6 a su lado para ayudarla: “Tia Josefina, no sufras mas, tu salud es muy delicada. Si te afectas demasiado, ;qué voy a hacer si te pasa algo?

Josefina seguia llorando, sus manos temblorosas ordenaban la ropa, las joyas y demas objetos que Rosalinda habia dejado a lo largo de los aos.