¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1256

Capitulo 1256

Rosalinda mir6 a Elia con tristeza y le dijo: “Elia, hoy me despidieron. El jefe dijo que soy torpe, que ni siquiera puedo limpiar bien. ;Soy muy inutil, verdad? No hago nada bien.”

Rosalinda habia trabajado un tiempo como personal de limpieza, y solo ahora comprendia el sacrificio y la amargura que eso implicaba. Un trabajo, aunque fuera de limpieza, también significaba enfrentarse al rechazo de los demas y a las reprimendas del jefe,

Ella ahora entendfa las dificultades que habfa enfrentado Elia todos estos afos trabajando. Elia llegabal tan cansada cada dia, y ella, siendo su madre, aun asf la regafiaba y la presionaba Realmente no era justo.

El corazon de Elia ya estaba pesado, y al escuchar las palabras de Rosalinda, sinti6é un nudo en la garganta y sus ojos se calentaron, Abrazo a Rosalinda por la espalda y la sostuvo en sus brazos, diciendo con dulzura: “Mama, no te preocupes. Descansa en casa, ve a bailar en la fiesta de vez en cuando. No es necesario que trabajes. ;Quién dice que no vales? Me ayudaste a criar a cuatro hijos, eres la mas grande.”

“No, no soy grande. Estoy manchada. Gabriel Gallardo me lavé el cerebro, me maltrato, y me hizo sentir que era mejor estar muerta...” Rosalinda hablé con dolor, agarrando fuertemente la ropa de Elia.

Elia not6 que su ropa se estaba mojando, y un calor se esparcia por su piel.

iElia se alarmo, su madre estaba llorando!

En ese instante, las emociones de Elia también colapsaron, las lagrimas brotaron y abrazo a su madre con fuerza.

Tratando de contener el amargor de las lagrimas, consol a Rosalinda: “Mama, no digas eso. Tu también eres una victima. Gabriel es el despreciable; tarde o temprano pagara por lo que hizo. Td eres la mejor mama para mi."g2

La mano de Rosalinda que agarraba la ropa de Elia se apretd, arrugando la tela con fuerza, tratando de contener el dolor que sentfa.

Elia podia sentir que todo el cuerpo de su madre estaba tenso por el dolor. Solo alguien que ha sufrido puede entender cuanto estaba sufriendo Rosalinda en ese momento.

Con la voz temblorosa, Elia se sintié culpable y se disculpé: “Mam4, lo siento, lo siento. He estado muy ocupada Ultimamente y no he estado contigo...”

Sabia que su madre no estaba bien emocionalmente, pero aun asf estaba siempre ocupada, dejando que su madre sufriera sola.

Era su culpa, su negligencia.

“Tu estas ocupada trabajando, no tienes que estar conmigo. Aunque Rosalinda estaba muy deprimida, todavia pensaba en Elia.

Comparada con la Rosalinda de antes, que siempre se quejaba y deca que Elia no hacia nada bien, ahora se habia vuelto sensible y melancélica

Elia preferiria que su madre la regafara al llegar a casa cada dfa, en lugar de verla en este estado de tristeza.

Elia solt6 a Rosalinda, sostuvo sus hombros y la mir6 seriamente, diciéndole: “Mam4, voy a pedir una semana de vacaciones y te voy a llevar de viaje. Vamos a distraernos, ;te parece? O podriamos volver a

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Pueblo Sauri y ayudar a tia Josefina con la huerta.”

"Se preocuparé Josefina al verme asi?” Rosalinda era consciente de su estado

Elia también se dio cuenta de que si volvian a casa en Pueblo Saurfy Josefina vefa a Rosalinda tan desanimada, se preocuparia.

Josefina ya tenia problemas de salud,

;como podrian hacerla preocuparse ain mas?

"Entonces te llevo de viaje. Vamos a disfrutar de la belleza de nuestro pars, a ver paisajes y culturas diferentes.” Elia dijo emocionada, con su corazon lleno de angustia y fatiga.

Ella también necesitaba relajarse, dejar todo atrds y emprender un viaje sin preocupaciones

“Pero tu trabajo...” Rosalinda estaba preocupada.

“No importa, mi jefe es comprensivo. No hay problema si me tomo unos dias.” Dijo Elia: “Ademas, hace tiempo que quiero despejarme, y justo tengo a la mejor compaiifa, mi querida mama.”

Elia intentd sonreir para animar a Rosalinda.

Rosalinda escuch¢ a Elia decirle que queria irse de viaje, pero que no tenfa con quién, y acompanarla

Entonces, Rosalinda asintié con la cabeza.

que ella podia

“Bueno, voy a preparar la comida, comemos y luego descansamos bien toda la noche para salir mafiana temprano,” dijo Elia mientras sacaba un pafiuelo de papel y secaba las lagrimas del rostro de Rosalinda con cuidado.

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