¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1244

Capitulo 1244

Jacinta hablaba mentras se apresuraba hacia la cocina

Era tan evidente lo que Jacinta insinuata, que incluso limena, con su mente despreocupada, entendia

lo que su madre queria decir No podia creer que su madre pensara que habia pasado la noche con Daniel y no solo eso sino que también se alegraba de ello!

Sa hija no habia vuelto a casa en toda la noche y habla estado con un hombre, y ella no estaba eocupada en lo mas minimo, sino feliz!

Acaso estaba tan temerosa de que su hija no encontrara marido?

Con desgano, Jimena exclamo. “Mama, no te molestes, no tengo ganas de comer”

Jacinta se giro y le dijo con reproche: “Ay, hija, aunque ti no quieras comer, Daniel tiene hambre. Yo cocino para el, no para ti

"El tiene que ir a trabajar, dijo Jimena con el rostro caido.

“Ah si?" Jacinta pregunto con ligero desencanto y luego mir6 a Daniel: “; Tienes que irte ya al trabajo?”

"Sefiora, hoy pedi medio dia libre,” respondié Daniel sonriendo a Jacinta.g2

"Ah, bueno, eso esta bien. Tu y Jimena sientense un rato, el desayuno ya casi esta listo. Solo tengo que calentarlo y aiadirle un par de cosas, dijo Jacinta, cuya expresion de desilusion volvié a convertirse en alegria. Llamé a Daniel y se fue a la cocina feliz y contenta.

Jimena miro a Daniel, cargada de emociones, y cuando el se dio cuenta, se encontro con su mirada de reproche. Se quedé un momento sorprendido, desvio la vista y aunque no parecia incémodo, se sentd a su lado y explico: “No desayuné esta manana, si tengo algo de hambre.”

Quizés Jimena se habia sentido incémoda y por eso queria que él se fuera, no queria que se quedara a

comer

Pero Daniel tenia sus propios planes.

"Entonces quédate a comer. Yo voy a mi habitacién a cambiarme,” dijo Jimena con indiferencia.

Se levanté y camino hacia su habitacién cuando su padre, Martin Santos, sali6 de otra habitacion y le pregunté con severidad: “; Donde estuviste anoche, metiendote en problemas?”

"Yo..." Jimena empez6 a explicar, pero Daniel se levantd y dijo: “Sefior.”

Martin se gird, vio a Daniel y su expresién severa se transformé en una sonrisa, diciéndole con entusiasmo: “jDaniel, viniste! ;Fuiste ti quien trajo a Jimena a casa?”

"Si, fui yo,” respondié Daniel.

muy

Martin bina pausa, luego su sonrisa se amplié ain mas, y hasta se mostré contento: “Muy bien,

el, siéntate. Jacinta debe estar en la cocina, ;verdad? Quédate a desayunar. Si te aburres bmpéfiame en una partida de ajedrez.”

mo, Martin se acercé y le indicé a Daniel que se sentara, sacando de un cajon del centro de edrez y el tablero para jugar.

6 hacia Jimena, quien atin estaba de pie con una expresién de agravio. El le sonri6 y asintié beza, sefialando que ya habia apaciguado a sus padres y que ella no debia preocuparse.

r su mirada amable, Jimena tragé su malestar y se dirigi¢ a su habitacién, cerrando la puerta Capitulo 1244

tras ella

Sus padres realmente apreciaban tanto a Daniel, tratandolo incluso mejor que a ella?

Ya lo habian aceptado como el futuro vemo?

Jimena se rasco la cabeza, frustrada.

;Por que habia competido en bebida con Orson la noche anterior?, ese hombre despreciable. Si no se

hubiera emborrachado, no tendria todos estos problemas ahora