¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1199

Capitulo 1199

Al recordar la respuesta de Asier a su pregunta aquel dia, el corazén de Elia se sobresalto, perdiendo el compas, su latir se volvié errético, y ella no pudo evitar el panico que la invadia. Répidamente desvio la mirada, evitando ver su perfil, y fij6 sus ojos en el camino, callandose.

Asier era un hombre cuyo amor era tan posesivo como doloroso, tan intenso que te podia dejar sin aliento.

Ella era una mujer comun, incapaz de soportar una pasion tan asfixiante.

Tampoco podia imaginar una vida a su lado sin identidad alguna, ella solo queria vivir sin sobresaltos.

El auto se detuvo en el patio de Villa Serenidad.

Por experiencia sabia que si tardaba en salir, Asier vendria a cargarla.

Esa accion parecida a la de un principe llevando en brazos a su princesa, era tan intimo y hacia que su corazon se acelerara, la hacia sentir incémoda en su propia piel, y ademas, con tantos empleados en la casa, si Asier la tomaba en brazos, todos los mirarian, provocéandole vergiienza.

Asi que en cuanto el auto se detuvo, ella rapidamente abri6 la puerta y salié, a paso firme camino hacia la casa.g2

Detrés de ella, la puerta del coche se cerro, y Elia, sabiendo que Asier la segufa, aceleré el paso hasta llegar al salon.

Fabio y los demas empleados estaban limpiando cuando la vieron entrar, y la saludaron respetuosamente: “Elia, has vuelto.”

"Si, sigan con lo suyo,” respondi¢ ella con naturalidad,

Pero antes de que pudiera relajarse, sintié una presencia imponente detras de ella y una sombra que la cubri6. Sin tiempo para reaccionar, se encontré en el aire, inhalando bruscamente y buscando algo a qué aferrarse para no caer.

Como siempre, terminé agarrandose del cuello de Asier. Su corazon, que apenas se habia calmado, comenzd a latir descontroladamente una vez mas.

El latido de su corazén resonaba justo donde su pecho rozaba el de Asier.

El, sintiendo la intensidad de su pulso, supo que aquellos latidos eran p

por

él.

Sus ojos penetrantes se fijaron en su rostro sorprendido, y la llevé rapidamente escaleras arriba.

Al ver a Asier cargar a Elia, Fabio y los demas empleados se sorprendieron momentaneamente, pero pronto bajaron la mirada y fingieron no haber visto nada, concentrandose en sus tareas para no llamar la atencién y evitar un regafo.

Elia, con el cuello de Asier entre sus manos, sentfa la firmeza de sus pasos mientras subfan las escaleras, cada paso lleno de una urgencia contenida

Ella estaba tan avergonzada que se puso completamente roja.

Qué frustracion, habia tratado de evitar ser cargada por el todo el dia, pero al final no pudo escapar.

Asier abri6 la puerta del dormitorio principal, entré con pasos largos y la deposité en la cama, pecho al de ella y besando sus labios con suavidad.

acercando su

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Capitulo 1199

"Um..." Elia, que fue tomada por sorpresa, no pudo hablar.

El aliento célido y poderoso de Asier flufa entre ellos, robando su dulzura, dominando sus sentidos. Sus labios se entrelazaron en un beso que la dejé temblorosa y mareada, sus pestafas parpadearon, sus ojos se llenaron de lagrimas, mientras él seguia adelante sin restricciones.

El beso se intensifico, y Asier la atrajo hacia el con una mano puesta en su delicada cintura.

Elia, sintiendo tal acercamiento, abri6 los ojos sorprendida.

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