¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1198

Capitulo 1198

Asier cambi¢ de tema tan de repente que Elia no pudo reaccionar al instante.

¢A qué hombre se referfa Asier con sus palabras?

;Serfa Orson, o tal vez Daniel?

Después de todo, ese dia ella habia visto a dos hombres.

Pero al observar a Asier, con su presencia fria y distante como una tormenta invernal, con truenos y reldmpagos amenazando en el horizonte, Elia comprendié a quién se referfa.

Seguramente no era Orson. Orson era su gran amigo y tanto ella como Jimena lo habian visto varias. veces sin que Asier mostrara descontento.

Solo habia sido ese dfa, cuando ella acompaf a Jimena a ver a Daniel, que Asier se enfurecio.

Elia no queria enfrentar su furia, asi que se apresur6 a explicar. “Te equivocas, hoy Jimena tenia una cita y ella sola se sentiria asustada, asi que me pidié que la acompafiara. El hombre que vimos hoy era para Jimena, yo no tengo nada que ver con é1.”

El habia amenazado a Jimena hacfa un momento diciendo que si volvia a llevarla a ver a otros hombres, no la perdonarfa.g2

iAsi que se referfa a Daniel y no a la madre de Marina!

Pero, ;c6mo sabia Asier sus movimientos de ese dia?

Antes, ella llevaba un collar con un localizador y Asier sabia cada uno de sus pasos; eso ella podia entenderlo. Pero ahora, aquel collar se habia ido, vendido por un dinero que segufa en su cuenta bancaria.

No llevaba ningun rastro de localizadores, ;cémo sabia Asier que habia ido a ver a alguien mas ese dia? ;Serfa que Orson habfa llamado a Asier para contarselo?

Después de las palabras de Elia, Asier la mir6 con una mirada sombria y penetrante que la hizo sentir tres partes de opresion, tres de frio y un cuatro de escrutinio.

Elia se sinti6 nerviosa, sin entender qué queria decir, ;acaso no crefa lo que le habia dicho? Preocupada por involucrar a Jimena, Elia se apresuré a anadir: “La mama de Jimena la presio que saliera con alguien. Su madre amenaz6 con cortar relaciones con ella si no acudia a la cit Jimena no podia negarse y pensé en rechazar al hombre en persona, pero temfa no tener el val suficiente estando sola, asi que me pidié que la acompaniara. De verdad, solo fui para apoyarla.

La voz fria de Asier sond y preguntd, “;puedes asegurarme que él no estaba observando a las dos El corazon de Elia se sacudio, fijando su mirada en él.

Recordé que cuando ella y Jimena habian llegado, Daniel habia alternado su mirada entre las dos. evaluandolas.

;Asi que Asier estaba molesto por eso?

;Qué tan posesivo podia ser que simplemente por una mirada, ya se sentia ofendido?

A pesar de que el aire acondicionado estaba encendido, la atmésfera fria creada por Asier hacia que el

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aire del auto pareciera ain mas helado, provocando escalofrios en los brazos de Elia.. Abrazandose a si misma y con una voz casi suplicante, dijo débilmente: “Vale, no la acompanaré mas a sus citas.

Asier suavizd un poco su rigida aura y al volver su mirada hacia ella, declaré con una voz baja y magnética: “Recuerda, ti me perteneces. Que otro hombre te mire es desafiarme a mi.”

Elia era su mujer, y él era el Unico que podia poseerla. Si otro hombre osaba tan solo mirarla, jél deseaba arrancarle los ojos!

Elia se quedo sin palabras y pens. puede ser atin mas dominante?

Su deseo de posesion sobre ella era demasiado intenso. jAcaso su huida anterior y su insistencia en traerla de vuelta no eran prueba suficiente?

Pero en ese momento, su necesidad de poseerla parecia atin mas intensa y feroz que antes. ;Cuando habia comenzado todo esto?

Desde aquel dia en que ella le pregunt6 si se habia enamorado de ella, Elia se habfa convertido en la perla de la palma de su mano, y cualquier movimiento era suficiente para tocar su nervio mas sensible.

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