¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia -
Capítulo 1157
Capitulo 1157
Marina le habl6 con un tono que revelaba su dolor interno.
Elia se tapo la boca, las lagrimas calan sin cesar mientras su corazén se sentia como si estuviera sumergida en las profundidades del océano, intentando luchando por respirar.
Despues del entierro de Sergio, ella no habfa tenido el valor de visitar su tumba, temerosa de que ver su foto desatara un dolor incontrolable.
Tampoco se sentia con derecho a estar alli; la familia Griera no queria que se acercara al sepulcro de Sergio, y ella misma no sabia como enfrentarse a él.
Pero en ese momento,ada por Marina a confrontar la lapida de Sergio, su corazén le dolia como si le hubieran arrancado un pedazo,
Marina le cont su propio sufrimiento, y Ella podia comprender su dolor.
Siempre habia pensado que Marina, la tipica heredera rica, actuaba por celos y envidia, buscando disputarle a Sergio a toda costa
Nunca imaginé que el amor de Marina por Sergio fuera tan profundo, mas alla de lo que ella podia imaginar.
El amor podia llegar a ser tan profundo como el dolor que causa.g2
Marina, con la respiracion entrecortada, le hablaba a Elia, quien, sin responder, lloraba sofocada, cubriendose la boca.
Al verla tan afligida, Marina se desmorono, su dolor y su ira salieron a flote, y de pronto agarré a Elia por el cuello de la ropa. sacudiendola violentamente: “Contesta cuando te hablo!”
Elia no queria pelear con Marina delante de la tumba de Sergio: sabia que a él no le gustaria verlas en una lucha. Todo su ser estaba empapado de tristeza, y se sentia débil mientras Marina la zarandeaba.
Las lagrimas calan incesantemente como perlas cortadas de su hilo.
Marina, al ver a Elia tan desconsolada, sintié su corazon retorcerse de dolor y rabia.
Agarrando fuertemente el cuello de la blusa de Ella, la miro con ira y dijo: “iElia, la que deberia estar muerta eres tu, no ell;Por qué sigues viva? jDeberias estar muerta!”
Marina grufia con furia y desprecio.
Descargaba todo el dolor acumulado del Gltimo mes sobre Elia.
Elia podia sentir el dolor de Marina, y entendia por qué la odiaba tanto.
Marina amaba tanto a Sergio, y ahora que él habia muerto, sufria intensamente, odiando a la persona que habia causado el dolor de Sergio.
Si no hubiera sido porque Sergio se enamor6 primero de ella, Marina ya estarfa con él.
Elila se arrepentia profundamente; si nunca hubiera estado con Sergio, nada de lo que sucedid después habria pasado, él habria tenido su primer amor con Marina, se habrian casado, tenido hijos y vivido felices...
Pero, ;quién podria haber imaginado que una noche de errores los separaria para siempre y llevaria a Sergio a perder la vida?
El destino es cruel y no est en nuestras manos.
Marina sacudia a Elia, que estaba al borde del colapso. La linterna cay6 al suelo y su luz apunté hacia arriba, iluminando el rostro de Marina con sus ojos rojos, su cara palida y sus ojos sombrios. Mostraba una expresion feroz como la de un demonio.
Elia, con los ojos llenos de lagrimas, miraba la horrorosa figura de Marina, pero su tristeza superaba al miedo. Con voz temblorosa, dijo: “El espiritu de Sergio en el cielo también espera que te recuperes, que sanes poco a poco, encontraras un amor ain mas hermoso...”
Elia no queria que Marina se hundiera en la desesperaciéon como Sergio, incapaz de liberarse.
Solo saliendo del dolor podrian encontrar una vida hermosa.
“Tonterias!”, grité Marina con furia. “Elia, eres una mujer sin corazén, deberfas estar muerta!”
De repente, Marina sac6 una cuerda de su mochila y comenzé a atar con fuerza las mufiecas de Elia.
Al darse cuenta de que algo no iba bien, Elia comenzé a luchar, empujando las manos de Marina: “Marina, calmate! Si no te calmas, llamaré a la policia!”
Capitulo 1158
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