¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1146

Capitulo 1146

"Jimena, pasa nomads, esta noche te quedaras en esta habitacion,” le dijo la abuela Salcedo a Jimena al llevarla a la puerta de una habitacion en el segundo piso, con una sonrisa carifiosa.

“Esta bien, muchas gracias,” contest6 Jimena, conteniendo la incomodidad que sentia en su cuerpo, con una respuesta educada.

Ella habia planeado volver a casa después de la cena; Orson habia dicho que la llevaria, pero después de comer, comenzd a sentirse excesivamente acalorada, el sudor empapaba su cuerpo y su ropa estaba completamente mojada.

Esa sensacion pegajosa era tan insoportable que Jimena no pudo esperar para regresar a su casa y deseo tomar un bafio de inmediato. Por suerte, la abuela Salcedo le ofrecié quedarse a descansary ry tomar un bafio, y hasta le dio un cuarto de huéspedes

Parecia un arreglo razonable y un gesto de gran respeto hacia ella.

Penséandolo bien, Jimena decidié que quedarse una noche no seria un problema, después de todo, era solo una habitacién de huéspedes, asi que acepto la oferta.

Al entrar en la habitacion, se sorprendié con la lujosa decoracion; era evidente que los acabados de buena calidad marcaban la diferencia respecto a una decoracién mas comun.

La familia Salcedo habfa decorado incluso la habitacion de huéspedes con tanto lujo, demostrando su riqueza en cada rincon.

Era sin duda una familia de alto linaje.g2

Jimena solo admir6 brevemente el lugar antes de apresurarse a buscar el bafio, ya que el sudor cada vez era mas y necesitaba darse un bafio para sentirse fresca.

El bario era facil de localizar, estaba justo en la esquina cerca de la entrada principal.

La puerta estaba entreabierta y Jimena, ansiosa, la empujé para entrar, con la mente puesta en dirigirse hacia la ducha y abrir el grifo. Dio un par de pasos y de repente se percato de que habfa un hombre frente a ella, jy estaba sin camisa, vistiendo solamente unos pantalones, mostrando su torso esbelto y

atractivo!

El pecho del hombre era delgado pero musculoso, y aunque no estaba excesivamente desarrollado, su piel tersa denotaba fuerza, con un encanto masculino que se entreveia en su belleza.

Tenfa un abdomen sin un apice de grasa y unos brazos largos y fuertes.

Era el tipo de cuerpo que a Jimena le gustaba, no excesivamente llamativo pero con una masculinidad atractiva, una mezcla de belleza y fuerza varonil.

Al ver esa escena, Jimena se ruborizé y su corazén comenz6 a latir con fuerza, quedandose sin aliento y paralizada en el lugar.

Orson, al oir el ruido, se gird y con una mirada seductora, vio a Jimena quieta en el bafio, con sus ojos redondos y sorprendidos clavados en él.

Con una ceja levantada y un tono sugerente, Orson dijo: “;Viniste a bafarte conmigo?”

Jimena ya se habia sonrojado al ver el cuerpo del hombre, y en ese momento, al darse cuenta de que era Orson, su corazon casi se detiene.

Esa figura delgada pero firme, sin ser pretenciosa pero llena de un encanto masculino, habfa capturado

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ya el corazon de Jimena, y viendo su rostro irresistible, su corazon casi se paralizé.

Aunque habia sentido un flechazo por Orson desde el primer momento, nunca lo habfa visto sin camisa. En ese preciso instante, con el cuerpo y el corazén ardiendo, y ante la vision de semejante Adonis, su corazon se detuvo por un instante, la respiracion se le cortd, y sus ojos se quedaron fijos en Orson.

El espacio cerrado del bafio parecia tener poco oxigeno, y Jimena, impactada y emocionada, casi se asfixio.

Al oir las palabras de Orson, ella parpade6 un par de veces como si su alma finalmente volviera a su cuerpo, y con un tono de panico dijo: “No, creo que me equivoqué de habitacion, me voy ya mismo.