¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1143

Capitulo 1143

Ella no iba a permitir que Orson trajera a Jimena a casa esa noche.

Cuando Jimena escuch la pregunta de Marisa, su boca se torcié en una mueca. Marisa estaba empujandola o insinuando algo sobre ella, eso estaba claro

Finalmente lo entendi6. Cuando se conocieron, Marisa investigé sobre su familia, pareciendo aceptarla, pero en realidad era para conocer al enemigo y estar preparada para la batalla.

Las tacticas y pensamientos de esas damas de la alta sociedad eran realmente sofisticados. Una mujer de bajo rango como ella, definitivamente no era rival.

Otros la habfan vendido, y ella atin seguia pensando de forma ingenua que eran amables con ella. Jimena dijo, refutando las palabras de Melisa: “Sefiora, Orson dijo que no siente nada por Priscila y que definitivamente terminara el compromiso con ella de forma definitiva. Solo entonces acepté estar con él. Nuestros desacuerdos son todos por el asunto de Priscila.”

Jimena no siguid la corriente de Marisa al decir cuanto no le importaban los romances de Orson. Entre Iineas, estaba demostrando cuén profundos eran sus sentimientos por Orson.

Justo cuando Orson estaba dudando sobre cémo defender a Jimena, escuché sus palabras contrariando a su madre.g2

El la mir6 sorprendido y contento.

Esa mujer, en momentos clave, resultaba tener una lengua afilada.

“Si sabfas que él tenfa un compromiso con la sefiorita Priscila, ;por qué alin querias estar con é[?” Marisa contraatacd, siempre un paso adelante. Marisa habia estado mezclada en los circulos de la alta sociedad durante tantos afos, y podia manejar facilmente estas situaciones.

Se podria decir que Jimena, una joven fresca, no era rival para ella.

Le lanz6 una pregunta a Jimena que la dejo sin palabras y avergonzada.

"Ya dije que fui yo quien insisti6 en estar con ella”, intervino Orson rapidamente.

“Le dije que no tenfa nada con Priscila, ni siquiera nos hemos tomado de la mano y la sola idea de ver a Priscila me repugna. No hay posibilidad de que esté con ella. Eso de llamarla mi prometida es solo un acuerdo entre ustedes y los padres de Priscila, mam4, Yo nunca he reconocido que ella es mi prometida, ni he aceptado este matrimonio.”

Orson dijo eso, tomando la mano de Jimena y apretandola en la suya, enfrentando al abuelo Salcedo y a la abuela Salcedo, y por supuesto también a Marisa con una expresion de profundo afecto.

"iSolo me gusta ella, y no me casaré con nadie mas en esta vida!”, afirmé Orson con determinacion. La palma de Jimena estaba siendo apretada por su gran mano, ella podia sentir claramente el calor de su palma, y sus palabras la hacian palpitar.

En ese instante, su corazén latia como un pequefo ciervo asustado

Si no fuera porque sabia de antemano que todo era una actuacién, jrealmente se habria creido que Orson era sincero!

tipo, se estaba pasando con su actuacién. ;Qué haria si se contradecia mas tarde?

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Las palabras de Orson entusiasmaron mucho a sus abuelos. Los dos ancianos se miraron emocionados, entrelazando sus manos, como si vieran el intenso amor de su juventud reflejado en su querido nieto.

El abuelo Salcedo dijo emocionado: “Yo decidiré por ti iré a hablar con Priscila. La familia Salcedo esta dispuesta a invertir quinientos millones en su nuevo proyecto, siempre y cuando estén dispuestos a retirar el compromiso acordado con tu madre.”

Con la decision final del abuelo Salcedo, Orson, que siempre habfa sido un vividor, finalmente se asento y se volvio fiel a una mujer. El abuelo Salcedo, por supuesto, estaba feliz y dispuesto a tomar la decision

por él.

Hay que saber que algunas personas, si llegasen a perderse, vivirfan en un constante arrepentimiento por toda su vida, incapaces de vivir bien el resto de sus dias.

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