¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1090

Capitulo 1090

Elia pensé que al menos él tenfa suficiente conciencia como para saber que ella no queria verlo.

Si lo sabia, jpor qué no se iba?

Elia extendié la mano para empujarlo y dijo: “Vete ya!”

Pero él agarré su mano con su palma grande, la atrajo ligeramente y su cuerpo entero se giré hacia su pecho robusto. Ese pecho amplio y musculoso, lleno de fuerza, la envolvia por completo

que su

El aroma dominante y viril de él se infiltraba por todos lados en el cuerpo de Elia, haciendo que s corazén latiera desbocado como un cervatillo.

En ese instante, Elia perdi6 la compostura. Por un lado, intentaba soltar su mano que él sujetaba firmemente, y por el otro, trataba de inclinarse hacia atréas para alejarse de él.

Pero Asier, con una larga zancada, subi una pierna a la cama y mantuvo la otra en el suelo, inclindndose sobre ella.

La firmeza de su actitud y su fuerza hicieron que Elia terminara acostada en la cama.

Asier se inclind sobre ella, mirdndola intensamente a los ojos con sus profundos y misteriosos ojos. oscuros: “;Qué estas ocultando?” Pregunté él.g2

Su voz baja y magnética tenia un poder intimidante.

El corazén de Elia se encogio, sintiendo un panico instintivo.

Ella frunci6 el cefio, sintiendo un mal presentimiento y dijo: “;Ocultar qué?”

*Prefieres que piensen que el nifio no es mio antes que explicar para qué son las pastillas anticonceptivas. ;Qué es lo que tanto quieres ocultar?” Asier fue directo, apoyé su dedo indice en su mejilla, formando un hueco con la suavidad de su piel y usando su dedo para mantenerla mirandolo, sin permitirle evitar su mirada

Los ojos de Elia se contrajeron y su corazén se apreté de repente. Antes solo tenia una mala corazonada, pero en ese momento que Asier habia hablado directamente, su corazon se habia subido a la garganta.

;Habfa descubierto el secreto de su madre? ;Sabfa que Gabriel habia forzado a su madre? Para su madre, eso era un dolor mortal, pero ;qué pensarfa Asier? ;Se burlaria de su madre, pensando que se lo merecia?

Después de todo, Gabriel habfa matado a los padres de Asier, y su madre habfa tenido un romance real con Gabriel cuando era joven, incluso habfan tenido relaciones intimas.

Que a su edad, el hombre que amo en su juventud la hubiera forzado, solo parecerfa una broma cruel.

Elia temfa que Asier se burlara de su madre y que se alegrara de su desgracia. Elia temfa que eso causara presion psicolégica a su madre, por eso habfa hecho todo lo posible para ocultar ese hecho y evitar que Asier se enterara.

"iLa pastilla anticonceptiva la tomé yo! Pensé que era una vitamina y me equivoqué de medicamento”, dijo Elia, tratando de suprimir la agitacion interna, mirando a Asier con ojos suplicantes y apresurados.

Su explicacién segura siendo la misma que antes.

Pero escucho a Asier soltar una risa desdefiosa y fria mientras se dirigia a ella diciendo: "Ah si? El dia

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Capitulo 1090

que td y tu madre se mudaron a la villa, Gabriel fue al Barrio Santa Marta y se qued6 més de cuarenta minutos. ;Me vas a decir que solo fue a hablar sobre la vida y los suefios con tu madre?” iHabfa investigado y descubierto que Gabriel habia ido al Barrio Santa Marta el dia del incidentel Elia sinti6 un zumbido en la cabeza, el panico la dejé con la mente en blanco y sus pupilas se dilataron al mirar a Asier. Su presencia dominante y poderosa la cubrfa, y su aura intimidante era como una mano invisible que la presionaba firmemente contra la cama, dejandola sin fuerzas para moverse.

El panico hacia que su respiracién se acelerara, mientras miraba a los ojos tranquilos y seguros de Asier.

El ya habfa deducido que las tres pastillas anticonceptivas eran de Rosalinda, estaba seguro de que Rosalinda habia tenido algo con Gabriel.

Ya no tenia sentido que ella hablara mas, él solo queria escuchar de su propia boca la verdad sobre Rosalinda y Gabriel.

Elia se sinti6 desesperada, como si el mundo se hubiera tefiido de negro. Contuvo la respiracion, cerr6 los ojos y al abrirlos nuevamente, se encontré con la mirada intensa y profunda de Asier, su voz comenzé a temblar ligeramente.

“Las pastillas eran de mi madre, solo queria protegerla, te lo suplico, no le digas a nadie sobre esto.”

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