Capitulo 2153

Leonardo se quedó pensando durante un rato y decidió que ere or confrentar a Maira con las pruebas en mano antes de decirle cualquier cosa.

Cada vez que recordaba la mirada de Maira, Leonardo no podia evitar esboza una connza maliciosa

mientras aceleraba el paso.

Cuando Elvira lo llamó por teléfono, el solo echó un vistazo y dejó el movil en el asiento del copiloto, sin prestarle atencion

Esa mujer era un torbellino de mentiras y Leonardo ya no podia distinguir si alguna vez salía algo

sincero de su boca.

Ya con las pruebas en su poder, no tenia sentido seguir dialogando con ella

“¡Ah!

Las venas en la mano de Elvira que sostenia el teléfono sobresalian, hasta que finalmente lo lanzó furiosamente contra el sofá.

“¡Que se mueran todos! ¡Todos ustedes!”

Maldito hombre, ni siquiera se atrevía a tocar la comida que le habían servido.

Al final, todo tenía que ser culpa de Maira. Si no fuera por ella, ¿cómo iba a ser posible que Leonardo la dejara sola?

Elvira dirigió su mirada hacia el blazer que Leonardo habia olvidado llevarse y se le ocurrió un plan.

“Mairita, ¿Leo ya llegó a casa? Dejó su blazer aqui, se fue tan cansado y apurado que se le olvidó.

La próxima vez que tenga tiempo, se la llevaré. Pero recuérdaselo porfa.

Probablemente esté manejando y no quiero molestarlo con una llamada.”

La foto que acompañaba el mensaje mostraba la mano de Elvira sujetando el blazer de Leonardo. Al recibirlo, Maira contuvo la respiración.

Así que… ¿Las cosas entre ellos habían llegado a ese extremo?

¿Habian salido juntos y luego él se fue a la casa de Elvira?

No era de extrañar que Leonardo se negara a contarle sus planes. Estaba teniendo intimidad con otra mujer…

Aunque entre ellos solo hubiera un contrato, ¿no podía ni siquiera informarle?

Maira se sintió como una completa tonta esperando tranquilamente a que Leonardo regresara, solo. para descubrir que venia de estar con otra mujer.

Incluso había encubierto a Leonardo frente a sus abuelos, diciendo que estaba ocupado con el trabajo, sin saber que estaba con Elvira.

¡Y esa mujer bien podria ser quien intentó incriminarla!

Maira no quería responder al mensaje. ¿Qué se suponía que debía decir?

Ella no era la intermediaria entre ellos dos, ¿por qué tenia que enterarse de esas cosas?

Era solo un blazer. Leonardo tenía un montón más en casa, ¿qué más daba si le faltaba uno?

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Tapitule #153

Maira no era ninguna ingenua, podia ver claramente el afán de

Pero eso se debia a que realmente habian compartido esos r

ta

Elvira tenia el derecho de alardear.

Con las manos temblando, Maira apenas podia sostener el teléfono, preguntándose que sentido tenia seguir viviendo en la casa de la familia Ibarra.

Si Leonardo tenia a alguien que le gustaba, ¿por qué no se casaba directamente con ella? ¿Por qué arrastrarla a este teatro?

¿Acaso para él ella solo era una herramienta para él?

Maira se sentia miserable, deseando que nada de esto hubiera ocurrido.

Al ver que su mensaje habia sido leido, pero no respondido, Elvira se lleno de satisfacción.

Ah, Maira seguramente debia estar furiosa. ¡Se lo merecia!

¡Debería estar muriéndose de la rabia! Maira debió entender desde hace tiempo que ese hombre nunca seria para ella, que se estaba engañando y más le valdria rendirse.

Robarle el hombre a Elvira no era tan fácil y había llegado el momento de devolver un golpe por otro.

“Maira, aún hay tiempo, ya verás.”

Elvira dejó su celular y, liberando la frustración de la abrupta partida de Leonardo, se dirigió al baño con pasos ligeros para darse un baño relajante y reconfortar su agotado cuerpo.

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