Capítulo 2059

Zeus se inclino para explicar, “Señor, la abuelita no me dejó decirselo, yo…”

Leonardo soltó un butido, “La próxima vez que pase algo así, no te fijes en lo que digan los abuelos, javisame de inmediato! Ya, puedes retirarte.”

Al escuchar que Zeus se alejaba, el hombre se recostó en su escritorio y suspiró profundamente, masajeándose el entrecejo. Claro que entendia lo que pensaba su abuela, pero simplemente no podia ignorar a Elvira..

El padre de Elvira le había hecho un gran favor en el pasado, y en su lecho de muerte dejó solo un último deseo: el cual fue que cuidara de su única hija Elvira.

El se lo prometió, y ten de cumplirlo.

En la planta baja.

La sirvienta sirvió el último plato y Leonardo aún no habia bajado, Brenda mostró su descontento, diciendo: “Ese muchacho siempre está ocupado con los asuntos de la empresa. ¿Acaso se quebrará la empresa si no se ocupa de ella por un rato? ¡Para eso tiene a tanta gente trabajando para él no están ahi solo para comer gratuitamente!”

La abuelita dijo esto dándole una mirada intencionada a Zeus.

Zeus se mantuvo impasible. Las palabras del jefe le habian aclarado las cosas, solo tenía que hacer caso a la mitad de lo que decia la anciana.

Elvira se acercó suavemente y trató de consolarla en voz baja: “Abuelita, Leo maneja una empresa tan grande, debe ser muy

ser muy duro. Todos los asuntos requieren de su aprobación, seguramente no funcionan sin él. No se preocupe, subiré a llamar a Leo. Los negocios son importantes, pero la salud lo es mucho más.

Maira estaba a punto de ir a llamar a Leonardo cuando escuchó a Elvira, y se detuvo en seco, pensando que, si alguien estaba tan dispuesto, mejor dejar que ella lo hiciera.

¡Leonardo seguramente preferiria ver a Elvira!

La mirada de Maira parecia un tanto complicada…

Brenda resoplo: “Srta. Elvira es nuestra invitada hoy, ¿cómo voy a pedirle que haga eso? Mairita, ve tú a llamar a Leo, el siempre te hace caso, ¡ve rápido!”

Brenda miró a Maira con ojos llenos de cariño, pero cuando esos mismos ojos se posaron sobre Elvira, se tornaron fríos y sarcasticos.

Cada palabra y gesto de la anciana le decía a Elvira que no albergara esperanzas con Leonardo.

Maira rápidamente fue a buscarlo, y cuando regresaron, sus manos estaban firmemente entrelazadas, al punto de que a Maira le dolian.

“¡Oye! Leonardo,” ella se acercó al oido de Leonardo, queriendo susurrarle algo…

El hombre instintivamente se inclino hacia ella: “¿Mmm?”

“Un poco más suave, me duele la mano…”

Leonardo la miró y aflojó el agarre, pero solo hasta el punto que no le proporcionara dolor, aún seguia siendo firme.

Maira no entendia por qué la sujetaba con tanta fuerza, ¿acaso creia que se iba a escapar?

¡Este hombre era realmente incorregible!

Al llegar abajo, Brenda no pudo evitar quejarse: “Todo el tiempo estás ocupado con tu empresa, ¿no sabes que deberias venir a acompañar a los invitados?”

Elvira estaba a punto de decir que no importaba cuando la abuelita añadió: “Por suerte, la Srta. Elvira es una invitada comprensiva, no se lo toma a mal De lo contrario, hoy habrias sido muy descortés.”

Con la abuelita diciendo todo eso, Elvira se rio nerviosamente: “No es nada, señora, entiendo el trabajo de Leo…”

La anciana, con cada palabra, marcaba la distancia entre Elvira y Leonardo, recordándole que ella no era más que una invitada en su

casa.

Capitulo 2060

Capítulo 2060

“Por favor, toma asiento.”

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