Capítulo 2011

Qué pena que no recordara qué había agregado a la receta.

“El conductor aún no ha llegado, esperemos un poco más.”

Leonardo había bebido, obviamente no podia manejar, así que no tenían más remedio parados al lado del coche, esperando al conductor designado.

que quedarse

“Está bien.” Respondió Maira, parada a un brazo de distancia de Leonardo, no muy cerca pero tampoco lejos, lo que daba un aire de ambigüedad a su relación.

Por suerte, cuando Maira ya no podia seguir aguantando, llegó el conductor.

Maira corrió hacia el asiento del copiloto, abrió la puerta y se sentó.

Al verla hacer eso, Leonardo no tuvo más opción que sentarse en el asiento trasero.

En el camino, Leonardo miraba el reflejo de Maira en la ventana del auto, frunciendo el ceño en profunda reflexión.

Maira sentia una mirada constante sobre su mejilla, que se calentaron involuntariamente, como si estuviera asándose sobre una parrilla.

El viaje transcurrió en silencio y, al llegar a casa, entraron uno detrás del otro por la

puerta.

“Voy a la habitación de huéspedes.” Dijo Leonardo deteniéndose frente a la puerta de la habitación.

Maira asintió y entró a la casa.

Después de cerrar la puerta, se dio una ducha rápida y se acostó en la cama.

Aunque era ya altas horas de la madrugada, ella acostada en la cama, no lograba conciliar el sueño.

Cada vez que cerraba los ojos, la imagen del beso entre ellos aparecía en su mente.

Si abría los ojos, podía ver claramente los de Leonardo, casi podía tocarlos.

Pensando en el beso, el corazón de Maira comenzó a jatir más rápido.

¿Sería que él sentía algo por ella?

No podia explicar de otra manera ese repentino beso, pero tampoco se atrevia a creer que Leonardo pudiera estar interesado en ella.

Dándose vueltas en la cama, apareció al día siguiente en el comedor con ojeras, y Leonardo no pudo evitar reirse.

“Mairita, ¿qué te pasó?” Brenda la miró con una mezcla de diversión y preocupación.

“Estoy bien, abuelita, solo dormi mal anoche.”

“Toma un vaso de leche.” Leonardo le pasó un vaso de leche que había en la mesa.

Mirando la leche, el recuerdo del beso de anoche volvió a la mente de Maira, y sintió que su rostro se calentaba de nuevo: “Gracias.”

Después del desayuno, Maira evitó a Leonardo y volvió a su habitación para seguir buscando trabajo.

Aún no podia olvidar lo que habia sucedido la noche anterior y tampoco podía enfrentar a Leonardo con calma. Decidió que lo mejor sería mantenerse a distancia por un tiempo.

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Capitulo 2011

Leonardo parecía darse cuenta de que ella lo evitaba, y durante los siguientes dias salía temprano y volvia tarde, casi sin cruzarse con ella.

Con el paso de los días, el incidente se fue olvidando poco a poco.

El mayor problema de Maira ahora era encontrar trabajo. Nunca imaginó que tras rechazar a Luben, le resultaria tan dificil hallar un puesto adecuado.

“¿Por qué es tan difícil encontrar un trabajo?” Se lamentó Maira después de enviar su vigésima solicitud sin respuesta.

Brenda pasó por allí y se sentó a su lado: “Si quieres, la abuelita puede ayudarte.”

Por lo que ella sabia, la familia Ibarra tenia conexiones en el mundo de la publicidad. Si Brenda quería ayudarla, habia dos formas de hacerlo: una era conseguirle un trabajo en otra empresa, y la otra era abrirle una pequeña agencia de publicidad para que ella la gestionara.

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