Capítulo 1998

Cecilia se quedó atónita, durante años, para sobrevivir en la familia Jurado, siempre se habia mantenido sumisa y nunca habia desafiado la voluntad de su padre e hija.

Pero nunca imaginó que, aun siendo tan obediente, Ineta aún la trataria de esa manera!

¿Qué te pasa, Ine? ¡Yo no he hecho nada”, dijo Cecilia con lágrimas en los ojos

Al ver esos ojos que tanto se parecían a los de Maira, Ineta sintió que su ira crecía aún más: “Deja de fingir! Maira se ha vuelto tan astuta y traicionera, todo por tu culpa!”

Dicho esto, Ineta, sin pensar, agarró la jarra de café que se encontraba cerca y la lanzó a hacia Cecilia.

Cecilia no pudo esquivar a tiempo: “¡Ay!”

El café no estaba recién hervido, pero aún estaba caliente, y al caer en el brazo de Cecilia, lo enrojeció por completo.

Ineta había perdido momentáneamente la razón al hacer eso, pero al ver el brazo de Cecilia tan enrojecido, recuperó un poco la conciencia y sintió miedo, “Yo

Cecilia, soportando el dolor que venía de su brazo, aún forzó una sonrisa sumisa, “Ine, estoy bien, de verdad, ¡no te enojes! ¿Qué pasó exactamente?”

Al verla asi, Ineta también se calmó a medias y funció el ceño hacia Cecilia: “Te pregunto, ¿en tu corazón, Maira todavia es tu hija?”

Sin dudarlo, Cecilia negó con la cabeza, “Indudablemente no, ella nos entregó 300 mil dólares y rompió todo vínculo materno-filial conmigo. Ine, ¿Maira te causó alguna afrenta?”

Satisfecha con su respuesta, Ineta dijo: “Si, esa desgraciada Maira me tendió una trampa hoy paral avergonzarme.”

Ineta le contó a Cecilia todo lo que había pasado ese día con lujo de detalles: “Ella me tendió una trampa, me grabó con cámaras de seguridad y me amenazó, Maira es despreciable.”

Al escucharla, Cecilia notó algo…

¿Cuándo su hija, que nunca había sido muy capaz, se había vuelto tan adinerada? ¿Cómo podía permitirse alquilar un estudio de fotografia tan lujoso y contratar a tantos extras? ¿Será que realmente. había obtenido un buen pago?

Cecilia comenzó a arrepentirse de haber roto la relación maternal por 300 mil dólares.

yo Después de todo, su hija, aunque no tuviera otras habilidades, tenía un rostro bonito, y quién sabe si un hombre rico se fijaria en ella.

En estos tiempos, incluso siendo la amante de alguien adinerado, se podría obtener una buena suma de dinero para la familia.

“Cecilia, ¿en qué estás pensando?”

Cecilia se recuperó y miró a Ineta sonriendo complaciente: “Nada, solo estaba pensando en cómo podemos hacerte desahogar esa rabia.”

“¡Más te vale!”, Ineta giró la cabeza, mirando a otra parte, “Maira, se atrevió a hacerme esto hoy, algún día la haré arrepentirse.”

Mientras hablaban, Alonso entró en la casa y al ver el desorden, frunció el ceño: “¿Qué pasó aquí?”

14:29

Capitulo 1998

Al escuchar la voz de Alonso, Ineta se puso nerviosa.

Si descubría que Ineta había arrojado la jarra de café a Cecilia, Alonso también se molestaria.

Cecilia le dio un golpecito en la mano y se levantó sonriendo para recibirlo: “Alonso, acabo de romper inadvertidamente la jarra de café, enseguida la limpiare.”

“Siempre tan descuidada”, Alonso le lanzó una mirada de desaprobación a Cecilia y luego subió las escaleras.

Ineta siguió detrás de él y salió: “Cecilia, mientras sigas de mi lado, puedes estar tranquila, hablaré bien de ti frente a mi papà.”

Cecilia asintió con la cabeza.

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