Un Beso Que Le Atrapó A Mi Señor Perfecto Novela Completa -
Capítulo 1973
Capítulo 1973
“Bueno, está bien.” Maira cedió y obediente se bajó del auto.
Al hacerlo, no calculo bien y casi se cayó de bruces…
Fue entonces cuando Leonardo extendió su mano para sujetarla por los hombros, evitando que terminara comiendo el polvo.
Una vez que Maira recuperó el equilibrio y levantó la vista, sus ojos se encontraron con los de Leonardo, a apenas a unos centimetros de distancia.
De repente, su corazón comenzó a latir con fuerza…
Se apresuro a ponerse de pie y se alejó un poco de Leonardo, y dijo con una sonrisa incómoda: “Gracias.”
“Mantén la concentración,” dijo Leonardo, mirando su mano ahora vacía, con una expresión seria.
Mientras caminaba detrás de Leonardo, la imagen de su rostro tan cercano todavía revoloteaba frente a los ojos de Maira.
Tan cerca estuvo que pudo ver cuán perfecta era su piel, sin una sola imperfección, y sus pestañas, largas y espesas…
Maira se palmeó el pecho, intentando calmar los latidos de su corazón.
Si seguía así, estaba segura de que el hombre caminando a su lado podria oirlo.
“¿Qué pasa? ¿Te duele el corazón?”
“No”
Maira se bajó del auto y entró a la sala de consultas del hospital con Leonardo a su lado.
La enfermera desinfectó su herida, le aplicó medicina y la vendó de forma sencilla.
“Listo,” dijo Maira al salir de la sala de consultas, dirigiéndose a Leonardo, que la esperaba en la puerta. Él estaba allí, parado en el pasillo con las manos en los bolsillos del pantalón, esperando en silencio. Al verla salir, preguntó con voz grave: “¿Todavia te duele?”
“Ya no me duele, y la verdad, tampoco dolía mucho, gracias por preocuparte.”
Para Maira, esa herida no era gran cosa; incluso heridas más graves en el pasado no habían merecido una sola preocupación sobre su dolor.
Pero que Leonardo se tomara la molestia de preguntarle, eso hacía que Maira sintiera que no era algo tan común.
Leonardo movió sus finos labios, parecía que iba a decir algo más, pero su teléfono sono.
Qué pasa? Está bien,
voy en un momento.”
Aunque Leonardo no mencionó el nombre de la persona al otro lado de la linea, Maira pudo distinguir la voz que llegaba desde el teléfono.
Era Elvira.
Solo cuando hablaba con esa gran estrella, la voz de Leonardo dejaba de ser tan fría.
Capitulo 1973
“Tengo que imme”, dijo Leonardo, colgando el teléfono y volviéndose hacia Maira.
Ella ya se esperaba ese resultado y no se sorprendió, preguntó: “Era la llamada de la Srta. Elvira, verdad? Que le paso?”
“Ella necesita verme por algo urgente, tengo que ir.” Leonardo respondió con naturalidad, sin dar más explicaciones
Maira asintió con la cabeza. “Ah, entonces ve. Yo puedo tomar un taxi de vuelta a casa más tarde.”
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