Un Beso Que Le Atrapó A Mi Señor Perfecto Novela Completa -
Capítulo 1971
Capítulo 1971.
Leonardo jaló a Maira fuera del Grupo Pantoja, y subieron al coche.
“Maira, ¿acaso mis palabras te entran por una oreja y te salen por la otra? Ayer mismo te advertí que, como la Señora Ibarra, tienes que mantener las apariencias, y hoy ya estás desesperada por venir aquí a ver a Luben, ¿eh?”
“¿De qué estás hablando?” Maira sabía por su tono de voz que este señorón había malinterpretado todo otra vez, “¡De verdad que vine aquí a una entrevista de trabajo, ni siquiera sabía que el presidente de la empresa era Luben!”
Leonardo soltó una risita sarcástica, con una sonrisa burlona en los labios dijo: “¿Cómo que no sabías, si son viejos amigos del colegio?”
“¡De verdad que no sabía! Luben y yo éramos compañeros en la secundaria, pero no éramos muy cercanos, y nunca supe mucho de su familia. Solo quería buscar un trabajo, eso es todo.” Maira sentía que sus explicaciones eran débiles, pero aun así tenía que decir su verdad, que él le creyera o no, era su asunto.
De pronto, Leonardo le agarró la muñeca con fuerza: “¿Quién te dio permiso para buscar trabajo?”
En ese momento, la mirada de Leonardo era fría y temible, como si Maira hubiera cometido un gran error.
“Tú… suéltame.” Maira intentaba zafarse, luchando por liberarse de su agarre, “¡Leonardo, duele! ¿Qué estás haciendo?”
Leonardo la sujetaba con firmeza, sin darle oportunidad de escapar, “Ahora eres la Señora Ibarra, no necesitas trabajar, y mucho menos en la empresa de otro, esto solo mancha el nombre de la familia Ibarra y hace que la . gente piense que te hemos maltratado.”
“Duele.” Maira no pudo evitar un gemido bajo, el dolor la hacía querer llorar.
Al ver eso, Leonardo finalmente soltó su mano, dándose cuenta de que había sido demasiado brusco. Al mirar hacia abajo, vio que no solo había dejado una marca roja en el brazo de Maira, sino que también había varias marcas de rasguños.
“No pensé tanto, solo estaba planeando mi propio futuro. No puedo depender siempre de la familia Ibarra, ¡no somos un matrimonio real! Quiero tener la capacidad de mantenerme por mí misma dentro de un año. Además, quiero devolverte el dinero, te debo 300 mil dólares, ¿cómo voy a pagar si no trabajo?” Maira, con los ojos enrojecidos y la voz entrecortada, retiró su brazo, el cual ya estaba rojo y marcado con rasguños, mostrando evidente dolor.
Leonardo frunció el ceño ligeramente, su expresión se suavizó un poco y dijo: “Nadie te está pidiendo que devuelvas el dinero.”
“Pero yo quiero hacerlo. Dije que era un préstamo y voy a pagarlo.” Maira estaba decidida.
Ella no había robado ni hecho nada vergonzoso, ¡solo quería encontrar un trabajo!
La frustración acumulada en su corazón se aglomeraba en su pecho, Maira parpadeó fuertemente, tragándose las lágrimas que amenazaban con caer.
No quería llorar frente a Leonardo, por más adolorida que estuviera, no le daría la satisfacción de burlarse de ella.
Leonardo la miró de reojo, sintiendo como si algo le apretara el corazón.
Esta mujer estaba a punto de llorar, pero aun así se resistía a dejar que las lágrimas corrieran…
El sentimiento de compasión fue momentáneo; le pasó una servilleta a Maira, queriendo decir algo, pero al final no dijo nada.
Maira, sorprendida por la servilleta que apareció repentinamente frente a ella, se quedó perpleja por un
momento.
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Capitulo 1971
Pensó que Leonardo no se preocuparía por los problemas de nadie, pero resultó que tenía algo de humanidad.
“Gracias, hace calor aquí dentro del coche porque no corre aire, solo estoy sudando, ¡no estoy llorando!” Maira se mantuvo terca, pero aun así tomó la servilleta y se secó la esquina de sus ojos enrojecidos.
Leonardo la miró con su actitud desafiante y soltó un bufido.
Esta mujer, sin ningún talento, solo tenía la boca llena de excusas.
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