Un Beso Que Le Atrapó A Mi Señor Perfecto Novela Completa
Capítulo 1960

Capítulo 1960

Las amiguitas de ella, al ver lo que acababa de pasar, se juntaron para cuchichear entre sí.

Ineta se repuso, sintiéndose avergonzada y furiosa, pisoteó el suelo con rabia, pensando: ¡Esa Maira, esa pequeña zorra, que espere!

Al día siguiente, temprano en la mañana.

Maira se levantó temprano, se puso su atuendo profesional y se arregló con esmero antes de bajar las escaleras.

“¿Mairita hoy madrugó, ah? ¿Qué vas a hacer?” Brenda la miró con una sonrisa maternal, curiosa por la ropa que llevaba Maira, “Veo que te has vestido muy elegante hoy, ¿tienes una cita con amigos? ¡A tu edad está perfecto querer lucir bien!”

Maira se sonrojó, algo avergonzada dijo: “Abuelita, hoy tengo una entrevista de trabajo.”

Terminó de hablar y bajó la vista hacia el reloj: “Abuelita, ya es hora de que me vaya, ¡no puedo llegar tarde a la entrevista! Cuando regrese te cuento todo.”

“¿Una entrevista? Mejor que el chofer te lleve”, propuso Brenda, sin oponerse a que Maira fuera a la entrevista, pero insistiendo en que el chofer la acompañara.

Maira inicialmente quería rechazar la oferta, pero la casa de los Ibarra quedaba bastante lejos de la empresa donde tendría la entrevista. Pensando que sería difícil conseguir un taxi a esa hora y temiendo llegar tarde, aceptó: “Está bien, gracias abuelita, entonces molestaré al chofer.”

El chofer de los Ibarra la dejó en la entrada de Grupo Pantoja. Parada frente a la puerta, Maira sintió una

oleada de emoción.

Si la entrevista iba bien hoy, podría empezar a ganar su propio dinero.

Tras respirar hondo un par de veces, Maira entró, explicó su propósito en la recepción y la dirigieron a la sala de preparación para entrevistas en el tercer piso.

Mientras caminaba, Maira vio a varios empleados del Grupo Pantoja apurados, como si tuvieran mucho

trabajo.

Ella envidiaba esa vida ajetreada; al menos todos estaban luchando por sus sueños y su vida, no como ella, que antes no tenía una vida propia.

Caminando hacia la sala de preparación, Maira empezó a ensayar mentalmente las posibles preguntas que el entrevistador podría hacerle. Tenía que responder perfectamente…

“Maira.”

Una voz que parecía sacada de una pesadilla resonó junto a su oído. Maira se sobresaltó y, al girarse, volvió a ver a la última persona que quería encontrar: Ineta.

¡Cómo puede ser tan persistente, apareciendo en todos lados!, pensó.

Maira decidió ignorarla y siguió caminando hacia la sala de preparación, pero Ineta apresuró el paso y se puso frente à ella, “¡Oye! Maira, ¿te has quedado sorda? ¿No escuchaste que te llamaba?”

Maira intentó pasar de largo, pero Ineta, insistente, se interpuso hasta que Maira perdió la paciencia, “Ineta, hoy tengo algo muy importante que hacer, ¡por favor no me molestes!”

Bloqueada por ella, Maira no tuvo más remedio que hablar.

Ineta la miró de arriba abajo y le arrebató la carpeta de documentos que llevaba en el pecho: “¡Vaya! ¿Un currículum? ¿Así que viniste aquí a la entrevista?”

Con una risa burlona, Ineta continuó: “Maira, cada vez estás más perdida, ¿en qué sueños estás viviendo? Este es el Grupo Pantoja, ¿cómo alguien sin experiencia laboral podría pasar una entrevista aquí?”

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Capítulo 1960

Maira le arrancó la carpeta de sus manos, “Ineta, no necesitas meterte en mis asuntos, ¡hazte a un lado!”

“Ineta, ¿qué estás haciendo? ¡Vamos, que tenemos que ir a la sesión de fotos!”

Ineta quería seguir burlándose de Maira, pero un empleado cercano, mirando el reloj, la apuró.

Ineta sonrió, respondió con prisa y, lanzando una última mirada a Maira, se marchó rápidamente.

Maira la vio alejarse y suspiró aliviada. No le temía a Ineta, pero la entrevista de ese día era realmente importante para ella y no quería ningún contratiempo.

Tras ajustar su estado de ánimo, Maira entró en la sala de preparación para la entrevista.