Un Beso Que Le Atrapó A Mi Señor Perfecto Novela Completa
Capítulo 1899

Capítulo 1899

Después de despedirse de los niños, Leonardo dirigió una mirada severa a su hermano menor, al que tanto amaba pero que a menudo le causaba problemas. Le dio una reprimenda y le dijo que se comportara y no causara molestias a su hermana y cuñado.

Brayan frunció el ceño, impaciente “Basta, hermano! Ya lo sé! Ya no soy un niño de tres años, respétame frente a mi prometida, por favor!”

Leonardo lo ignoró y miró a Jimena, asintiendo levemente, “Cuida de este mocoso cuando estén fuera ”

Jimena asintió en respuesta, sin decir mucho.

Finalmente, Leonardo se acercó a su madre, con la que se había reencontrado hace poco, y la abrazó. Le habló con el mismo tono suave que usó con su hermana, recordándole que debía cuidar de su salud y seguridad Si se cansaba, debía regresar pronto y llamarlo para que la recogiera en el aeropuerto.

Leticia con los ojos llorosos, asintió y le pidió que no trabajara demasiado y que tuviera cuidado en el camino

de regreso

Leonardo, siempre obediente a su madre, asintió en respuesta a cada una de sus palabras.

Justo antes de irse, lanzó una mirada a su padre, Leandro. Su voz era baja y severa, contenía una advertencia “Si vuelves a perder a mamá o a mi hermana, no te lo perdonaré.”

Leandro sonrió a su hijo, “No lo haré, tranquilo.”

Leonardo los acompañó hasta la puerta de embarque, agitó la mano y se quedó allí hasta que desaparecieron

de su vista.

A pesar de que solo era una despedida breve, sentía un inexplicable amargor en su corazón.

Su asistente Zeus se acercó y le dijo, “Señor, el Sr. y la Sra. Gómez quieren que vuelva a casa ahora. Dicen que

tenemos visitas.”

¿Visitas?

¿Quién podria visitar su casa ese día?

Leonardo encontró la situación extraña, pero no hizo más preguntas. Se subió al coche y le dijo al conductor que volviera a casa para ver qué pasaba.

Al llegar a la mansión de los Ibarra, vio un coche desconocido aparcado en el jardin.

¿Realmente tenían visitas?

Entró en la casa y escuchó risas y voces animadas provenientes del salón.

“Señor y señora Ibarra, el Señor Leonardo ya está aquí”

Al escuchar eso, todos miraron hacia Leonardo, que acababa de entrar

Era un hombre maduro, de aspecto guapo, cada paso que daba era elegante y caballeroso

Brenda, su abuela, le hizo señas rápidamente, “Leo, ven, ven aqui Conoce a nuestros invitados. Este es el señor Manuel y su esposa, la señora Flora Y esta es su hija, Daria Ven a conoceria”

Después de asentir y saludar cortesmente a Manuel y Flora, su mirada indiferente finalmente se posó en la chica llamada Daria

De repente, todo tuvo sentido. ¡Ahora entendia por que sus abuelos estaban tan ansiosos por que volviera a casa!

Era una cita a ciegas!

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mətidig, habiar vuelto a encontrarle una posible pareja

tengo para asuntos personales estaba demasiado ocupado