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Capítulo 1870

Al escuchar a la mujer decir de repente, ‘Ah, espera‘, los ojos de Esther se agudizaron, “¿Espera qué? ¿Recordó

algo?”

La dueña dijo: “Me acordé, esa chica llamada Luna siempre tenía alguna excusa para estar cerca de mi esposo cuando trabajaba aqui. Mi esposo es muy decente y la ignoraba, así que siempre andaba pegada a nuestro chef, ayudándolo en la cocina. No mucho después de que la despidiera, nuestro chef también renunció de repente, quizás todavía estén en contacto!”

Esther vio una luz de esperanza y agarró fuertemente la mano de la mujer, “¿Tiene una foto de ese empleado para que la vea?”

La dueña pensó por un momento, “¡Si! ¡De hecho, si! Estuvo en la celebración del tercer aniversario de nuestra tienda el mes pasado, ¡tomamos una foto grupal! Esposo, debes haber publicado esa foto en tus redes sociales, ¡rápido, muéstrasela a esta chica!”

Al escuchar las instrucciones de su esposa, el dueño del restaurante de comida rápida, sacó rápidamente su teléfono, abrió su red social favorita y encontró esa foto.

“¡Aquí está, el empleado de la derecha en la foto!”

En cuanto Esther vio a la persona en la foto, su corazón se apretó. Reconoció ese rostro, era el hombre que recientemente habia estado rondando a sus hijos vendiendo globos.

¡De hecho, era él!

Esther volvió a pedirle ayuda a la dueña del restaurante, “Por favor, podría intentar ponerse en contacto con ese antiguo empleado, ¡sería mejor si pudiera convencerlo de encontrarse!”

La dueña, viendo su urgencia, estaba dispuesta a ayudar, “¡Claro! Me pondré en contacto con él, de todos modos, cuando renunció se fue tan apresuradamente que todavía le debo casi un mes de sueldo.”

Esther asintió, “Llamelo ahora y digale que quiere pagarle su sueldo para que se encuentre con usted, pero no le diga nada sobre nosotros!”

La dueña comprendió y sacó su teléfono para llamar al antiguo empleado.

Después de haber encontrado un lugar tranquilo para hablar con el hombre, la dueña colgó el teléfono y le dijo a Esther, “Le dije, pero dijo que está fuera de la ciudad y no puede volver por ahora. Vendrá a la tienda mañana por la tarde para recoger su salario.”

Esther preguntó rápidamente, “¿Dijo dónde está?”

La dueña negó con la cabeza, “Parecia tener una mala señal, no pudo decirme antes de que la llamada se

cortara.”

Esther frunció el ceño, pensando en lo que debía hacer a continuación, “Bien! Muchas gracias ¿Podria darme su número de teléfono?”

La mujer le mostró el número que tenía guardado en su teléfono.

Esther tenia una memoria excelente, especialmente para los números y rápidamente lo memorizo, ¡Gracias! Enviaré a alguien mañana para compensar los daños a su tienda, pero ahora debemos imos, lo siento!”

Después de decir eso, ni siquiera esperó una respuesta antes de voltearse hacia Adrián y decir, “Vamos! ¡Al

auto!”

Adrián entendió lo que estaba planeando y sin decir una palabra, subió al auto con ella.

Los hermanos Ibarra se miraron antes de dar la vuelta y seguirlos al auto

En el auto, Esther, sentada en el asiento del copiloto, ya estaba usando su computadora para rastrear la ubicación del antiguo empleado que la dueña del restaurante de comida rápida le había dado.

10.08

Adrián solo arrancó el auto y condujo a una velocidad constante, esperando a que ella diera la siguiente instrucción.

Un minuto después, Esther dijo. “Está en una montaña desolada en las afueras de la ciudad

No es normal que alguien esté en un lugar tan desolado a esa hora, debian haber escondido al niño all

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