Capítulo 1855

Sin embargo, apenas entraron en el apartamento, alguien tocó a la puerta.

Carmen fue a abrir, eran varios hombres vestidos con uniformes que explicaron solemnemente su propósito.

Arturo International CO. estaba bajo sospecha de operaciones ilegales en varias compañías locales, evasión de impuestos y robo de grandes sumas de dinero, necesitaban llevarse a Arturo para comenzar la investigación.

Berta se quedó estupefacta, algo sorprendida.

Carmen también estaba desconcertada.

Por otro lado, Arturo, quien acababa de llorar amargamente, estaba muy tranquilo ante esa situación, como si supiera que eso pasaría, camino calmadamente y dijo: “¡Iré con ustedes!”

Berta, con una expresión de incredulidad, preguntó: “Arturo! ¿Qué está pasando?”

Él sonrió amargamente: “Berta, lo siento mucho por Carmen y por ti. Primero iré con ellos, después si aún quieres divorciarte, busca a mi abogado“.

Su esposa tenia los ojos húmedos: “Arturo.”

Carmen gritó: “¡Papa!”

Arturo fue llevado por los hombres, dejando a Berta y a Carmen solas en el gran apartamento del hotel.

Berta se sentó en el sofá, sin decir una palabra.

Carmen se acercó y tomó la mano de su madre: “Mamá, no te preocupes tanto, papá solo está bajo investigación, el resultado aún no es seguro“.

La mujer volvió en si, forzando una sonrisa, acarició la cabeza de su hija y asintió.

De hecho, desde el momento en que Arturo fue llevado, entendió por qué estaba tan ansioso por vender todos sus negocios en el país.

¡Ay!

Ese apartamento vacio era demasiado grande, no podía quedarse alli!

Se levantó y llevó a su hija: “Carmen, vámonos. Vamos al hospital a buscar a tu profesora Leticia, aqui es demasiado tranquilo, podemos acompañarla en el hospital“.

La niña no dijo nada, solo siguió obedientemente a su madre.

Cuando volvieron al hospital, Esther y Adrián todavía estaban en la habitación de Leticia.

No se habían ido porque Esther no confiaba en dejar a su madre al cuidado de una enfermera.

Ya habia perdido a su madre una vez, no quería que hubiera más problemas.

Berta les sonrió débilmente: “Sr. Gómez, lleva a Esther a casa para descansar. Yo me encargaré de cuidar a Leticia, pueden confiar en mi“.

Esther y Adrián se miraron, ambos tenían la misma preocupación en sus ojos

Ya habian recibido la noticia de que Arturo había sido arrestado por las autoridades.

¿Berta, como esposa de Arturo, tendría resentimientos hacia ellos? ¿Podrian seguir confiando en ella?

Como si hubiera percibido la preocupación de la joven pareja, Leticia hablo “Esther, Adri y tú pueden irse. Berta se quedará conmigo, somos amigas desde hace décadas, pueden confiar en ella”

Escuchando a su madre decir eso, ella asintió levemente y luego se dirigió a Berta con un tone pensativo “Sra Berta, entonces tendremos que molestarla de nuevo”

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