Capítulo 1804

“Leticia, relajate! Aunque la familia Ibarra descubriera que estás aquí, no les permitiré entrar!”

Berta no dejaba de tranquilizar a su amiga.

Leticia, agarrando fuertemente su mano, suplicó, “Entonces ayúdame a darme de alta, por favor”

Berta respondió: “Leticia, en tu estado actual no es conveniente que te den de alta, además ya es muy tarde, espera hasta mañana. Mañana le pedire a Tomás que te ayude con el traslado a otro hospital, ¿está bien?”

Leticia, con los ojos enrojecidos, asintió, “Si, voy a molestar a Tomás de nuevo”

Berta, al ver que finalmente parecia calmarse, suspiro de alivio, “No es molestial Leticia, debes mantener la calma para que te recuperes más rápido.

Ella, agotada, se tumbo y miró al techo de la habitación del hospital, no dijo nada más.

Jimena volvió a la habitación de lujo en el piso de arriba, pero no entró, se sento en la silla de espera fuera de la puerta, pensativa.

Cuando Brayan vio que Jimena tardaba en regresar del baño, salió a buscarla preocupado. Al salir de la habitación la vio sentada fuera, se acercó y pregunto “Jimena, ¿por qué estás aquí sentada? ¿Por qué no entras?”

La chica, volviendo en si, lo miró y dijo, “Tu padre debería descansar, no quiero molestarlo.”

Brayan se rio un poco, “Ja, Jimena, eres muy considerada, ¡pareces muy preocupada por tu futuro suegro!”

Ella le lanzó una mirada, se levanto y dijo. “Es hora de que me vaya!”

Brayan la agarró del brazo, “Espera, te acompaño

Jimena respondió: “Quedate aqui con tu padre, puedo conducir sola de vuelta a casa.”

Aunque al chico le costó, hizo caso, Jimena, antes de que te vayas, ven conmigo un momento.”

Sin que la chica tuviera tiempo de responder, Brayan la llevó hacia el hueco de la escalera.

Apenas entraron, Brayan la acorraló contra la pared y la besó.

A veces, Jimena pensaba que Brayan quería devorarla.

Despues de un profundo y prolongado beso, Jimena ajustó sus gafas que habían sido desplazadas por el lobo feroz, “¿Ya tuviste suficiente?”

Por supuesto que no Brayan la miró con ojos de lobo, jadeando ligeramente, “No es suficiente! Pero hoy no te molestaré más. Jimena, ten cuidado al conducir a casa y avisame cuando llegues

Ella se giro y evitando su mirada persistente respondió, “Lo haré”

Lo empujo y salio del hueco de la escalera con pasos ligeros.

Brayan toco sus labios ligeramente húmedos, con una mirada llena de ternura, la siguió con la mirada hasta que desapareció, luego volvió a la habitación de su padre.

Sofia ya habia reservado tres boletos de avión para dentro de dos dias. Romeo, su hijo y ella, regresarían a Albaria, pero debido a que de repente se le prohibió salir del pais, ya no podia irse.

Romeo dijo que llevaria al niño de vuelta a Albaria y la esperaria alli. Sofia, después de ponderarlo, accedió. Canceló su boleto y mantuvo los de Romeo y el niño

El avión saldria temprano en dos dias, asi que comenzó a empacar las maletas de ambos con antelación.

Romeo estaba de buen humor ese día, cenó dos platos de comida y después de la cena enseño a Diegui a jugar al ajedrez

Cuando Sofia terminó de empacar y salió, Romeo todavía estaba en la sala jugando al ajedrez con su hijo.

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