Un Beso Que Le Atrapó A Mi Señor Perfecto Novela Completa
Capítulo 1741

Capítulo 1741

Aloir que el hombre preguntó sobre Esther, el rostro de Sofia se tensó un poco y dijo, “Ella… Ella si Ella también es una vieja amiga tuya, la que estaba con ese Sr. Pedro, es normal que te resulte familiar!”

Mientras hablaba, observaba cuidadosamente los cambios en la expresión del hombre

Romeo asintió, quedándose pensativo en su lugar, “¿Ah si?”

Esa duda en el hombre alivió a Sofia, por un lado, ya que temia que él recordara algo, pero por otro lado le dio cierto alivio, creyendo que al menos por de momento no había recordado nada. Tosió un podo antes de decir:

“Bueno! Salimos a divertirnos hoy, ino vamos a hablar de ellos! Ten, Romi, traje este plato de fruta para ti y Diegui. Nuestra próxima parada es el lago más famoso de Ciudad de Verano, el paisaje alli es muy clásico!”

Romeo tomó el plato de fruta que Sofia le pasó y lo colocó sobre la pequeña mesa del camper. No se sirvió él mismo, pero tomó un pedazo de manzana con un tenedor y se lo pasó a su hijo.

“Come un poco de fruta”

Diegui estaba distraido, su mente había volado desde que vio a Esther

Lo único que tenia en su mente era Esther, su madre favorita. Al oir la voz de su padre, volvió en si, tomó la fruta y se la metió en la boca de manera

torpe.

Sofia se dio cuenta del cambio en Diegui Recientemente, toda su atención habia estado enfocada en Romeo, y casi se había olvidado de que Diegui había sido confundido con otro niño de la familia de Esther

El niño que Esther habia criado era más extrovertido y complejo que Diegui, y era más parlanchin.

Y recientemente, ese niño parecia haber vuelto a ser como el viejo Diegui, poco hablador y a menudo distraido.

“¿Diegui?”

Sofia intentó llamarlo.

Diegui inmediatamente levantó la vista hacia ella, frunciendo el ceño de manera descontenta y pregunto, “¿Qué pasa?”

Su reacción fue rapida, casi tan pronto como oyó la palabra Diegui miró hacia ella….

Y ese otro niño, cuyo nombre real no era Diegui, siempre tardaba unos segundos o incluso decenas de segundos en mirarla cuando le llamaba por su

nombre

¿Qué estaba pasando? ¿Habian cambiado los niños de nuevo cuando ella no estaba mirando?

Al pensar en eso, Sofia sintió un escalofrio y volvió a preguntarle al niño, “Diegui, ¿en qué estabas pensando? Mamá y papa te trajeron para que te divirtieras, ¿por qué estás tan distraido?”

Diegui frunció el ceño y se quejo: “Ahora también te importa si estoy distraido? ¿Eres tan aburrida!”

Sofia se quedó en silencio.

Ese niño era muy agudo, innecesariamente directo y franco, no era como el viejo Diegui.

Diegui solia ser alguien tranquilo pero terco, que no escuchaba nada, pero tampoco era tan directo.

¿Era el verdadero Diegui?

Sofia estaba confundida. Miró a Romeo, quien tenía los ojos cerrados y estaba absorto en sus pensamientos, ignorando todo lo que pasaba a su alrededor.

Bueno, de todas formas, independientemente de si Romi había recordado algo o no, tenia que llevarlo de vuelta a Albaria inmediatamente.

En cuanto a Esther y sus tres hijos, alguien se encargaría de ellos.

Con este pensamiento, un brillo malicioso brilló en los ojos de Sofia. Tomó un pedazo de sandía y lo mastico con fuerza, como si estuviera masticando a esa maldita Esther.

Esther y Pedro llegaron a un restaurante de comida mexicana. No pidieron un salón privado, sino que se sentaron en la sala principal.

Pedro evidentemente no estaba contento, “Esther, acabo de preguntarle al gerente, hay mesas disponibles arriba, ¿por qué no subimos?”

Esther se sentó por su cuenta y dijo: “Si hay mesas disponibles arriba, puedes ir tú solo. A mi me gusta aqui, yo me quedo aquí. Cada uno puede comer por su lado.”