Un Beso Que Le Atrapó A Mi Señor Perfecto Novela Completa
Capítulo 1691

Capítulo 1691

Brayan arrugaba el ceño extrañado, “¿Acabamos de escuchar a Sofía y a ese doctor hablando sobre algo de extracción de muestra? Y mi hermana está con Adri, ¿será que…?”

Jimena había entendido todo tras escuchar la conversación de Sofía con doctor, no tenía ninguna curiosidad ahora, solo le preocupaba la seguridad de su jefa, “Sr. Leonardo, ¿qué crees que deberíamos hacer?”

El Dr. López abrió con llave la puerta del cuarto especial de chequeos. El cual estaba oscuro, porque las cortinas estaban cerradas.

En la pantalla se proyectaba una película subida de tono, los protagonistas emitían sonidos poco decorosos…

Al entrar y ver la escena, Sofía inmediatamente mostró una expresión de incomodidad, buscando con la mirada a Romeo por todos lados, pero no logró ver a nadie.

“Dr. López, ¿qué está pasando? ¿Dónde está mi esposo? ¿No dijiste que una enfermera estaba con él aquí? ¿Dónde está? ¿Cómo es que no hay nadie aquí?”

Ante la pregunta de Sofía, el Dr. López también se quedó desconcertado, “Eh… Yo tampoco sé qué está pasando. Esta puerta estaba cerrada con llave, ¡no debería haber nadie aquí!”

Sofía se estaba poniendo nerviosa, “Dr. López, ¿qué rayos está pasando? Confío en ti y te dejo a mi esposo, ¡y tú lo pierdes!

¿No será que… no será que tu enfermera secuestró a mi esposo?”

El médico e sentía muy incómodo, “¡Eso es imposible! ¿Qué beneficio obtendría ella al secuestrar a tu esposo? ¡Eso sería un delito! Sra. Sofía, cálmese un poco, jespere un momento! Voy a tratar de contactar a nuestras enfermeras de nuevo…”

Dicho esto, el Dr. López sacó su teléfono para hacer una llamada, pero esta vez la respuesta fue que el teléfono del otro lado estaba apagado.

¿Apagado? ¿Qué estaba pasando?

El Dr. López también comenzó a sentir que algo no estaba bien…

Sofía vio que el médico solo sostenía su teléfono sin decir una palabra, y le preguntó: “¿Lograste contactarlas o no?”

El Dr. López se mostró avergonzado, “Sra. Sofía, nuestra enfermera podría tener algún problema…”

Al escuchar esto, la cara de Sofía se descompuso al instante, “¡Qué demonios! ¿Dónde

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escondieron a mi marido? ¡Esto es demasiado! Esperen, voy a llamar a la policía ahora mismo…”

Con su marido desaparecido, Sofía estaba tan ansiosa como una hormiga en una sartén caliente, sin importarle nada más, sacó su teléfono para llamar a la policía…

El médico estaba muy nervioso, temiendo que, si el asunto se volvía más extenso, afectaría su trabajo, “Sra. Sofía, espere un momento, su esposo no puede haberse perdido…”

Ella no le hizo caso, ya había marcado el número de la policía.

Sin embargo, justo en ese momento, una voz fría sonó, “Estoy aquí.”

Sofía se quedó atónita, mientras que, del otro lado del teléfono, la operadora de la policía decía, “Hola. Aquí la policía…”

Giró la cabeza rápidamente y vio a Romeo sentado tranquilamente en la silla de ruedas. La cortina de la esquina estaba ondeando con el viento, quizás él había estado

escondido detrás de ella todo este tiempo.

En la tenue luz de la habitación, era normal que no lo hubiera visto….

El Dr. López suspiró aliviado, “Sra. Sofía, ahí está su esposo. Debería colgar el teléfono ahora.”

Al encontrar a su marido, ella colgó el teléfono y se acercó rápidamente a él, preguntándole con preocupación: “Adri, ¿te encuentras bien?”

La expresión de Romeo era fría y sombría. Levantó una ceja y la miró con indiferencia, su tono era sarcástico, “¿No me trajiste a hacerme un chequeo? ¿Pensaste que algo me pasaría aquí?”

La expresión de Sofía se endureció un poco y se quedó sin palabras…

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