¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 994

Capitulo 994

Adela hacia rato que queria preguntar, se habia contenido, pero apenas Elia se sent6 al borde de la mesa, solté la pregunta sin importarle si Elia comerfa o no de su comida.

Invitar a Elia a comer era solo un pretexto, para mantener las apariencias frente a Gabriel. Si fuera por ella, hubiera ido directo a la casa de Elia, tomado su cabello y preguntado jqué habia hecho con Gabriel la noche anterior!

Gabriel no habia vuelto a casa esa noche y Adela, en su desvelo, no habia pegado ojo.

Habia intentado llamarlo en la primera mitad de la noche, pero él no respondia; en la segunda mitad, su teléfono ya estaba apagado.

Adela conocia de sobra la fama de Gabriel, siempre que no regresaba por la noche era sefal de que habfa otra mujer.

Se sentia como hormigas en un sartén caliente, desesperada pero sin saber qué hacer.

Al alba, cuando Gabriel finalmente apareci6, Adela lo confronté para saber donde habia estado.

El dijo que habia pasado la noche con Elia tratando asuntos importantes, que al fin y al cabo Elia era su hija y ;qué acto inapropiado podrian hacer padre e hija juntos?

Adela dudaba, no habia negocios entre Gabriel y Elia, ;como era que se habian quedado juntos toda la noche?g2

Entonces, Adela ide6 un plan, invitar a Elia a cenar bajo la excusa de la hospitalidad, pero con la verdadera intencion de preguntarle frente a Gabriel qué habian hecho juntos la noche anterior. Adela pregunt6 con urgencia y sin rodeos, sin intentar disimular su ansiedad.

Gabriel, con el tenedor en mano, se detuvo y miré hacia Elia.

Habfa explicado brevemente la situacion a Elia por teléfono y le habia dicho el motivo de la cena. Confiaba en que ella no serfa indiscreta, porque si decia algo fuera de lugar, el video comprometedor de su madre podria dejar de estar seguro.

Al escuchar la pregunta de Adela, Elia desvi6 su mirada aténita hacia ella. Ya que estaba sentada al lado de Gabriel, encontré también su mirada fria y amenazante.

Con la respiracion entrecortada por la ira y la opresion, Elia no respondié directamente a Adela, y en cambio la reto: “Soy la hija de Gabriel, si estamos juntos es porque tenemos asuntos que resolver. ;Qué mas podriamos estar haciendo? O ;qué estas insinuando? Gabriel es tu marido, ;acaso dudas de él hasta el punto de sospechar algo inapropiado entre él y su hija? ;Es que su honor no vale nada para ti?"

Con sarcasmo y rencor en su mirada hacia Gabriel, aprovech6 la oportunidad para insinuar que Gabriel no

valia nada

Gabriel capté el mensaje en su mirada, en casa, Adela lo tenia sometido. Elia lo estaba insultando indirectamente, él habia estado a punto de cometer una atrocidad con ella la noche anterior, pero sabia que Elia no era su hija y solo estaba interesado en su juventud.

En ese momento, tenia que mantener la farsa ante Adela de que Elia era su hija y que habian pasado la noche juntos por asuntos de trabajo

Durante afios, Gabriel vivié frustrado, incapaz de divorciarse, ya que Adela era demasiado tempestuosa y controlaba su economia

Un hombre sin control de sus finanzas, perdia su fuerza

La sonrisa de Adela se congel6 por un momento, percibiendo que Elia estaba defendiendo a Gabriel e insinuando que ella lo controlaba demasiado.

Pero resultaba que si no vigilaba a Gabriel, jél volarfa alto sin importarle nada!

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