¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 846

Capitulo 846

Elia no dio una palabra. Se apoyo en el respaldo del coche, sintiéndose completamente agotada. Su corazon se sentfa como si estuviera empapado en agua salada, amargo y dolorido, sin poder respirar...

Jimena, al no recibir respuesta, tampoco hablé mas. Sac un pafiuelo y se secé las lagrimas que rodaban por sus mejillas, y continué conduciendo

A mitad de camino, Elia de repente vomit. Su rostro se volvié pélido y dijo con malestar: “Detén el coche en la cuneta...”

Jimena rapidamente estaciono el coche a un lado de la carretera.

Elia rapidamente se quito el cinturén de seguridad, sali6 del coche y vomité en los arbustos cercanos, casi hasta la bilis.

Jimena se apresuro a su lado, la sostuvo y le dio palmaditas suavemente en la espalda.

Cuando terminé de vomitar, le pasé un pafiuelo.

Elia se limpi6 la boca, y cuando estaba a punto de retirarse, su cuerpo se tambale6 y no pudo mantenerse de pie.

“Elia...” Jimena rapidamente la sostuvo en sus brazos para evitar que se cayera.g2

“Uhh uh “Elia se acurrucé en los brazos de Jimena y no pudo contener las lagrimas, comenzé a sollozar.

Las lagrimas de Elia estremecieron el corazén de Jimena, la abrazo y acaricié suavemente su espalda: “Si quieres llorar, llora todo lo que quieras.” Elia agarré fuertemente la ropa de Jimena, llorando hasta que no podia respirar.

Solo delante de Jimena, podia llorar sin reservas toda su tristeza.

Porque solo Jimena entendia sus sentimientos.

La tension entre ella, Sergio y Asier, y todo lo que sucedié después, Jimena siempre estuvo alli todo el tiempo y lo entendié muy bien.

Después de un rato, Elia se calmé y Jimena la ayud6 a volver al coche. No volvieron al Barrio Santa Marta, sino que fueron a la playa.

Sentadas en la arena, el viento salado del mar secd las lagrimas de Elia.

Jimena se sent6 a su lado y al ver que se sentia mucho mejor, pregunté cautelosamente: “Elia, ;todavia amabas a Sergio?”

Sergio habia muerto, y ella estaba tan dolida y triste, seguro que atin no lo habia olvidado..

Elia mir a Jimena y el viento marino pegaba su cabello en su rostro. Algunos mechones de cabello estaban borrosos en su vision, mirando a Jimena con expectacion y nerviosismo

Penso detenidamente en ello, y después de un rato, dijo suavemente: “Ya no lo amaba...”

Antes le gustaba mucho Sergio, después de todo, él fue su primer amor, y juntos sofiaron con el futuro...

Pero desde que ocurri6 el incidente, y tuvo cuatro hijos, ella lo tenia claro.

Ya no podia haber amor entre ella y Sergio.

Ademas, toda su energia estaba en sus hijos, realmente habia dejado de amar a Sergio.

No tenia ningun sentimiento mas alld de la amistad hacia él.

Sergio se habia convertido en uno de sus amigos més cercanos.

“Lo que habia entre Sergio y yo era como lo que hay entre tu y yo, él se habia convertido en uno de los amigos més importantes de mi vida. Solo queria que viviera bien, que fuera feliz

Al igual que ella queria que Jimena siempre fuera feliz, que persiguiera su propia felicidad, que tuviera una vida maravillosa.

Pero de repente, su amigo, a quien tanto le importaba y queria que estuviera bien, se fue de ese mundo.

Ese golpe y dolor, no era menos que ver a la persona que amas morir

Al escuchar las palabras de Elia, el corazén de Jimena dio un vuelco y sus ojos se llenaron de lagrimas Abrazo6 a Elia y frot6 su rostro contra su hombro, expresando su carifio y profundo entendimiento “Se lo que sientes, yo también lo he sentido”

Sergio tambien era su amigo, su companero de clase, su muerte también la entristecié mucho.