Capitulo 803

Capitulo 803

Ella estaba de pie a una corta distancia del carro, sin acercarse.

En ese momento, la ventana del carro se bajo, revelando la cara imponente y hermosa de

Asier.

Estaba sentado en el asiento del conductor y sus manos largas estaban sosteniendo el volante. La mir6 por un instante y dijo: “Sube.”

Elia se quedo atonita por un momento, luego corrié hasta el carro, abrié la puerta y subié Se sent6 en el asiento trasero y, al hacerlo, vio tres cajas de regalo en el asiento, le resultaron muy familiares!

Los examind mas de cerca y descubrié que jeran los regalos para Sergio!

Vicente le habia pedido que los comprara, asi que conocfa muy bien su origen.

No podfa estar equivocada.

Incluso si Asier hubiera comprado las mismas cajas, no todas serfan iguales. ;Cémo podria darse tal casualidad?g2

;Asier fue a la habitacién de Sergio y tomo las cajas de regalo?

;Por qué las tom6?

Elia se sinti6 confundida, sintié que algo no iba bien, pero no se atrevia a preguntar y comenzé a respirar con cuidado.

Asier puso el carro en marcha y lo condujo.

El carro se desplazaba por la carretera asfaltada, y el ambiente en el interior estaba muy tenso. Elia estaba tan nerviosa que apenas se atrevia a respirar.

“;Fuiste a ver a Sergio hoy?” La voz profunda de Asier resoné de repente.

El corazon de Elia se tenso, se ajusté el asiento y se colocéd derecho y respondio sin evasivas: “Si, fui con el Sr. Fuentes. Dijo que era por razones de trabajo, asi que no podia

negarme.”

“Escogiste los regalos ti misma, eres muy considerada.” Dijo Asier con una voz serena. Aunque sonaba como siempre, su autoridad innata aceler¢ el latido del corazon de Ela

Ella se apresur6 a decir: “Los regalos fueron una orden del Sr. Fuentes. Escogi tres cosas al azar en el supermercado. Es trabajo, no tenia opcién”

Sabia que, si Asier descubria que habfa ido a ver a Sergio, se enfadaria y la confrontaria.

Asi que cuando fue a ver a Sergio con Vicente, ya habia preparado su explicacién con

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antelacion

Lo que decia era la verdad, era exactamente lo que Vicente le habia dicho.

Comprar cosas, y después ir a ver a Sergio, era todo parte de su trabajo.

No habfa ningtin sentimiento personal involucrado.

Asier la mir6 a través del espejo retrovisor. Estaba sentada muy recta, su cara blanca, claramente asustada.

Sus ojos se oscurecieron y dijo: “No puedes volver a verlo.”

Las palabras de Asier no dejaban lugar a discusién. No estaba negociando con ella, sino

dandole una orden.

Elia se quedo atonita, su corazén que de por sf ya estaba tenso se hundié més de

repente.

Las manos que descansaban en su regazo se apretaron ligeramente.

Su respiracion se volvié agitada, y después de apretar los dientes, finalmente no pudo soportarlo mas.

"Asier, ;bajo qué derecho me ordenas qué hacer y qué no hacer?” La respiracion de Elia se agito, toda la frustracién que habia estado sintiendo estall6.

Sabfa que no deberia volver a ver a Sergio, y estaba preparada para no hacerlo.

Habfa tomado la decision de dejarlo ir, y ella misma también habia dejado atrés el pasado, con la esperanza de que tanto ella como Sergio pudieran comenzar una nueva

vida.

Pero, ;con qué derecho Asier le ordenaba qué hacer y qué no hacer?

;Ni siquiera tenfa la libertad de decidir su propio destino?

"iZas!" Asier pisé bruscamente el freno y el carro se detuvo abruptamente al costado de la carretera.

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