¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 785

Capitulo 785

Asier estaba de frente a la escena del accidente y los nifios estaban en sus brazos, de espaldas al caos, sus manos presionaban sus pequefios cuerpos, impidiéndoles ver el horror del accidente. Asier encontro la mirada de Sergio, que parecian que contenfan algo. Fruncié el cefio, se volted y se marcho.

Alcanzé rapidamente los pasos de Elia, desviando la mirada hacia ella.

Ella estaba palida, con los labios temblorosos, no solo estaba asustada, sino también estaba preocupada.

;Por quién estaba preocupada? ;Preocupada por las heridas de Sergio, o por el miedo de los nifios?

Asier se puso al lado de Elia, igualando su paso.

Elia acelero- su paso intentando alejar a los nifios, de repente una sombra oscura se acerco, cubriéndola, con una atmosfera helada que no se podia ignorar.e2

Ella mir de reojo a la persona a su lado, viendo que era Asier, los cuerpos pequefios y tiernos de los dos nifios estaban pegados a él sin moverse, obviamente estaban asustados hasta el punto de no atreverse a moverse.

El rostro de Asier estaba tenso, puso sus oscuros ojos en Elia y la miré fijamente.

Al encontrarse con su mirada, Elia sinti6 un peso en su corazén..

No se atrevi6 a detenerse, continu caminando répidamente hacia afuera, Asier tampoco se detuvo.

Ambos salieron por otra salida del centro comercial, los guardias de seguridad estaban acordonando la zona, impidiendo que la gente entrase. La gente que salfa por esa salida atin no sabia lo que habia ocurrido, actuando de manera natural, pero obviamente sentfan curiosidad, preguntando a los guardias por qué no podian entrar.

Los guardias/solo mencionaron un incidente de emergencia, bloqueando a todos los clientes que intentaban entrar al centro comercial.

En ese momento, el centro comercial solo permitfa la salida, no la entrada.

Elia, tomada de la mano de Joel y Abel, se senté en un banco cerca de un parterre de flores frente al centro comercial. En ese momento tenia tiempo para mirar a los nifios de arriba a abajo, por lo que répidamente revis6 cuidadosamente sus cuerpos para ver si estaban heridos.

;Coémo estan nifios? ;Les duele algo?” pregunté Elia con preocupacion, con los ojos llenos de ansiedad.

Joel negd con la cabeza: “Mama, estoy bien.

“Yo también estoy bien.” dijo Abel con mucha determinacion, no queria preocupar a su madre.

En este momento, Asier también bajo a Iria e Inés, permitiéndoles pararse en el suelo. Los nifios pequefios, asustados, se lanzaron al abrazo de Elia, incluso sus voces eran suaves y temblorosas, llenas de miedo y lastima.

“Mam4, ;qué exploté hace un momento? Tengo mucho miedo.” La suave voz de Iria estaba llena de sollozos, sus manos temblaban mientras agarraba la ropa de Elia.

“Inés, que habia contenido las lagrimas todo el camino, comenz¢ a llorar, con su pequefa cara enterrada en el pecho de Elia.

Al escuchar las voces temblorosas de los nifios, Elia sentfa que su corazén se rompfa. Abrazd fuertemente a los cuatro nifios, besandoles la cabeza y consolédndolos con una voz suave: “No tengan miedo, todo esta bien, papa y mama estan con ustedes. Eso fue solo una pelicula, es falso, no es real, no tengan miedo.”

Mientras consolaba a los nifios, Elia pensaba en la escena que habia presenciado, con sangre por todas partes, y también pensé en Sergio, el cual yacia dentro con varios pedazos de vidrio incrustados en su cuerpo...

Su corazon se apret6 con fuerza.

No sabfa como estaba Sergio en ese momento.

Su mirada se encontré con los profundos ojos de Asier, su corazén salté involuntariamente, y se esforzé por esconder todas sus preocupaciones. Estaba bien.

Habia muchos empleados en el centro comercial, seguro que habfan llamado a la ambulancia.

Si las heridas de Sergio no eran graves, seguramente estaria